La novena mesa de negociación entre el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (SITUAM) y las autoridades de la institución comenzó a dejar “las cosas claras”, pues los trabajadores pidieron 400, destacó el investigador Juan Reyes del Campillo.
No obstante, el docente del Departamento de Política y Cultura de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), estimó que la cifra de empleados administrativos ya es excesiva.
“En este momento hay más trabajadores administrativos que académicos. En el caso de los primeros son alrededor de cuatro mil 500; los profesores, tres mil, aproximadamente. Pero una universidad no puede funcionar de esa manera”, dijo a La Razón.
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De acuerdo con el académico, la universidad ha crecido en muchos espacios y es cierto que se requiere de trabajadores administrativos; sin embargo, “ellos trabajan muy poco. Hay cosas que hacen tres personas y la podrían hacer dos, pero además ganarían mejor”.
El también exconsejero electoral capitalino informó que de acuerdo con una encuesta que realiza en colaboración con otros académicos desde hace una semana, de 600 docentes, 91 por ciento cree que la huelga debe concluir.
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Reyes del Campillo forma parte del Sindicato de Personal Académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (SPAUAM), que cuenta con 300 agremiados y exige al SITUAM y a las autoridades de la universidad que finalicen la huelga, toda vez que afecta la docencia, la investigación y la difusión de la cultura.
El SPAUAM informó, en un comunicado de prensa, que más de 58 mil alumnos de la casa de estudios han estado sin clases, asesorías y acceso a los servicios deportivos, culturales y médicos.
Además, informó que están suspendidos los procesos de titulación y, por tanto, la entrada de los estudiantes al mercado laboral.
El sindicato coincidió con las autoridades de la UAM en el sentido de que se han detenido proyectos de investigación y de laboratorio, mismos que se encuentran en riesgo de daño permanente.
Acerca de la suspensión de la participación de la UAM en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (FILPM), 60 ejemplares y revistas no pudieron ser presentados, por lo que la universidad habría perdido alrededor de dos millones de pesos.
