Rechaza presiones para contener migración

“México no es moneda de cambio”, advierte Presidente

Para atender flujo de personas, destina cuatro mil mdd cada año, destaca AMLO; Cancillería reprueba dichos de Texas que inciten a actos violentos

El Presidente Andrés Manuel López Obrador
El Presidente Andrés Manuel López ObradorFoto: Cuartoscuro
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El Presidente Andrés Manuel López Obrador reprobó las voces estadounidenses que culpan a México del fenómeno migratorio, y rechazó presiones de Estados Unidos para endurecer las acciones que permitan su contención, pues advirtió que no cederá a ningún condicionamiento, ni tampoco es “moneda de cambio de ningún país extranjero”.

Destacó que en el Congreso de Estados Unidos hay partidos que piden sanciones a México, pero no prosperan, además, opinó que sería injusto y son inaceptables porque la nación azteca ha hecho las acciones necesarias para atender la migración, para lo cual se destinan cuatro mil millones de dólares anuales.

“Nosotros no aceptamos ningún condicionamiento, es nuestra libertad como país independiente, soberano. Nosotros no podemos ser moneda de cambio de nadie, de ningún país extranjero. Celebramos que se busque la paz, los acuerdos, pero nosotros no tenemos culpa. ¿Cómo nos van a culpar a nosotros del fenómeno migratorio, qué culpa tenemos?”, afirmó.

Insistió en que su Gobierno ayuda y coopera demasiado con Estados Unidos y otras naciones de la región para frenar el flujo migratorio. ¿Saben cuánto destinamos cada año para atender el fenómeno migratorio en México? Cuatro mil millones de pesos (…) No, me equivoqué, cuatro mil millones de dólares”, añadió.

López Obrador adelantó que, dentro de 10 días, aproximadamente, la delegación mexicana encabezada por la canciller Alicia Bárcena, viajará a Washington para sostener una reunión de alto nivel con los funcionarios estadounidenses como parte de la mesa de trabajo para atender el fenómeno migratorio.

Más adelante, dijo que no todos los republicanos tienen una postura en contra de México, como sí la asume el gobernador de Texas, Gregg Abbott, que quiere ser vicepresidente de Estados Unidos.

“Agarra eso de bandera contra los migrantes, pone barreras, alambradas, y los manda a otros estados demócratas. Politiquería, por la temporada, eso lo hizo también el gobernador de Florida y le fue ‘re mal’ (…) a DeSantis. Estaba más o menos y empezó con sus medidas inhumanas y ya no siguió creciendo. Es un ‘tenga para que aprenda’ el gobernador de Texas, que no agarre ese camino porque no le va a ir bien, está a tiempo y es de sabios cambiar de opinión”, sostuvo.

Ante las declaraciones de Abbott de que no se han utilizado las armas de fuego en contra de los migrantes porque los acusarían de homicidio, el Gobierno de México las condenó y externó su absoluta preocupación a cualquier tipo de expresión que inste a actos violentos y a la deshumanización de la comunidad migrante.

En un comunicado escueto, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) fijó su postura frente a los dichos del gobernador texano, e hizo votos por el respeto a los derechos humanos “y denunciamos todo tipo de insinuaciones agresivas contra la vida de una persona.

Al participar en “The Dana Loesch Show”, Abbott afirmó que las armas de fuego son la única “herramienta” que su Gobierno no ha utilizado contra el creciente flujo migratorio en la frontera con México, “porque la administración Biden nos acusaría de asesinato”.

“Estamos utilizando todas las herramientas disponibles. Desde la construcción de un muro fronterizo (...) hasta la aprobación de esta ley y que condujo a otra demanda por parte de la administración Biden en la que se hacía ilegal que alguien ingresara a Texas de otro país”, afirmó el gobernador texano.

Pide EU no “politizar” dolor de migrantes

De visita en Tijuana y San Diego, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, dijo que no se debe politizar la realidad y el dolor de los migrantes, que suman 20 millones tan solo en el hemisferio del oeste, luego de informar que en las últimas dos semanas se enviaron 40 aviones llenos con migrantes a sus países de origen. Ante los flujos migratorios históricos, “no deberíamos hacer política de la realidad, del dolor del tema de la migración”, dijo.