Parque Alacranes pone ejemplo a Holbox en cuidado ambiental

Parque Alacranes pone ejemplo a Holbox en cuidado ambiental
Por:
  • erika_montejo

A pocos kilómetros de la isla Holbox, que atraviesa por una crisis de servicios, se ubica el Parque Arrecifes Alacranes, un conjunto de pequeñas islas en Yucatán, que goza de una conservación altamente regulada de la que carece actualmente el destino quintanarroense.

Mientras Holbox recibe 7 mil visitantes en un fin de semana, el ingreso al Parque Alacranes está limitado para recibir a 111 turistas en un día, mismos que tienen que solicitar un permiso ante la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp).

Además, quienes quieran visitar Alacranes tienen que pagar 64 pesos y solicitar su ingreso con al menos 30 días de antelación, pues el lugar no se encuentra habitado ni existen desarrollos hoteleros ni turísticos masivos.

En el destino yucateco la saturación de basura es casi imposible que ocurra, ya que quienes deciden visitar las islas están obligados a regresar su basura cuando dejen el lugar, a diferencia de Holbox que llegó a acumular hasta 12 toneladas en una semana, producto de la alta afluencia de turistas.

“Regresa toda tu basura a puerto para su disposición, de ser posible llévate la basura que encuentres a tu paso, inclusive si es biodegradable.

“Evita llevarte recuerdos de las islas y el fondo marino, como conchas, huesos, rocas, corales, huesos, etc. Piensa que otros también merecen disfrutar del paisaje de las islas y zona”, precisan los requerimientos para visitar Alacranes.

Tanto Alacranes como Holbox son Áreas Naturales Protegidas por la Conanp, la primera tiene una extensión aproximada de 52 kilómetros, de acuerdo a la suma de las cinco islas que la conforman, mientras que la segunda tiene 40 kilómetros de largo y 2 de ancho.

No obstante, a 23 años de haber sido declarada Área Natural Protegida dentro de la reserva ecológica Yum Balam, la isla Holbox se enfrenta a la sobreexplotación de sus atractivos turísticos al no haber un Plan de Desarrollo Urbano y un Programa de Manejo y Preservación que regule el número de turistas que llega al lugar diariamente, que en temporada baja es de mil 500, mientras que en fines de semana de vacaciones alcanza los 7 mil.

Actualmente el abasto de agua se lleva a través de 20 pipas diariamente de la comunidad de Chiquilá hacia la isla, mientras que los apagones de luz por la sobrecarga se presentan hasta 10 veces al día, lo que a su vez provoca el rebosamiento del drenaje.

Esta semana, en la instalación del Comité de Desarrollo Turístico Sustentable de la isla, los hoteleros pidieron eliminar los eventos masivos y promover las certificaciones a fin de que exista mayor regulación y sanciones, petición que se comprometió a cumplir la Secretaría de Turismo (Sedetur) de Quintana Roo.

Al no haber un programa de manejo, el ingreso a la isla no está regulado al igual que su crecimiento poblacional y el número de hoteles y servicios turísticos del lugar, mientras que el Parque Nacional Alacranes es regulado en su totalidad por la oficina de la Conanp en Yucatán, principalmente la isla Pérez que es la única abierta al público.

En el lugar las personas pueden practicar la pesca deportiva y recreativa, buceo y acampar y pernoctar en el lugar, siempre y cuando lo realicen en los alrededores de los arrecifes y en zonas permitidas.

De acuerdo al perfil de los turistas que se reciben, estos lo hacen a través de embarcaciones como yates, veleros y catamaranes y los principales visitantes son de Mérida, de la costa norte y recibe ocasionalmente a turistas extranjeros.