A medianoche y en silencio, EU pone en carpas a niños migrantes

A medianoche y en silencio, EU pone en carpas a niños migrantes
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  • la_razon_online

Cientos de niños inmigrantes alojados en centros de detención a lo ancho del territorio estadounidense han sido sorprendidos a medianoche por las autoridades migratorias, quienes los suben a autobuses para emprender un largo viaje hacia lo que será su nuevo hogar: una ciudad de carpas en medio del desierto, al sur de Texas.

Así lo reportó el diario The New York Times: la mayoría de los menores que llegaron a Estados Unidos sin compañía y que por la política “Tolerancia cero” del presidente Donald Trump fueron retenidos, estaban en casas de acogida privadas o del gobierno, donde tres compartían una habitación por el cupo excedente que ya rompe la capacidad de los albergues.

De acuerdo con el Times, estos niños, de entre 12 y 17 años, quienes con limitaciones recibían clases formales y visitas regulares de representantes legales asignados a sus casos de inmigración, ahora se agrupan en veintenas para compartir una carpa en la ciudad de Tornillo, en Texas, donde no reciben clases, sólo un libro de trabajo que no tienen la obligación de completar. A su disposición tienen baños portátiles con restringido acceso al resto de los servicios básicos.

“Estos viajes a medianoche se desarrollan en todo Estados Unidos, mientras al gobierno federal se le dificulta encontrar espacio para más de 13 mil niños migrantes detenidos , una cantidad que se ha multiplicado por cinco desde el año pasado”, escribe el diario neoyorquino.

“Sus edades y el peligroso viaje que emprenden hace a los niños migrantes sin compañía vulnerables al tráfico de personas, la explotación y el abuso”

Evelyn Stauffer

Vocera del Departamento de Salud y Servicios Humanos

La medida, continúa el rotativo, responde a la necesidad de manejar la población creciente en los refugios, que ya están al 90 por ciento de su capacidad de alojamiento desde mayo pasado; hasta el momento, van mil 600 menores trasladados a Tornillo, la “Ciudad de las carpas”.

El campamento de Tornillo opera como una ciudad improvisada; se ubica a unos 50 kilómetros al sureste de El Paso, en la frontera con México, cuenta con carpas que emulan villas y espacios de recreación.

Este lugar comenzó a operar el pasado junio, con miras a funcionar sólo durante 30 días y albergar a 400 personas; sin embargo, la administración Trump ya dispuso expandir la vocación en tiempo y espacio para recibir a 4 mil inmigrantes; ahora se espera que el campamento se mantenga abierto por lo que resta de este año.

“Es común usar refugios de distintos tamaños como se hacía en las bases militares y la intención es usar estas instalaciones temporales sólo durante el tiempo que sean necesarias”, dijo a The New York Times, Evelyn Stauffer, vocera del Departamento de Salud y Servicios Humanos.

[caption id="attachment_807336" align="alignnone" width="696"] Gráfico: La Razón de México[/caption]

“UN SISTEMA FRACASADO”. “La cantidad de familias y de niños migrantes sin compañía detenidos es un síntoma de un problema mayor, es decir, de un sistema migratorio que no funciona. El peligroso viaje que emprenden hace a los niños migrantes sin compañía vulnerables al tráfico de personas, la explotación y el abuso”, dijo Stauffer, citada por el Times.

Los traspasos masivos ya encienden las alarmas entre las organizaciones que defienden a los migrantes, entre otras cuestiones, por el largo periodo que los niños pasan bajo custodia federal.

Los alrededor de 100 refugios que, hasta el momento, han sido la ubicación principal para albergar a niños migrantes detenidos, son concesionados y monitoreados por autoridades estatales a cargo del bienestar infantil, las cuales imponen requisitos de seguridad y educación.

A diferencia de los centros de detención, la “Ciudad de las carpas” no está regulada, excepto por los lineamientos creados por el Departamento de Salud. Allí no hay obligación de dar clases, como sí ocurre en albergues regulares.

El diario recogió testimonios anónimos de trabajadores de los centros de detención, quienes dijeron que la práctica de mover a los menores ya es una constante en el trumpismo, cuyo protocolo, supuestamente para evitar intentos de escape, dicta que las operaciones se lleven a cabo a altas horas de la noche. “A los niños se les avisa con menor anticipación” para que no tengan oportunidad de huir.

El Dato: El tiempo promedio que los niños migrantes pasan en custodia se duplicó de 34 a 59 días.

“Algunos miembros del personal lloraron cuando supieron del traslado, por el temor de lo que podía pasar con los niños. Otros intentaron protestar, pero los gerentes explicaron que debían tomar decisiones difíciles para manejar la sobrepoblación”, contó un trabajador.

El sistema para albergar a niños migrantes estuvo bajo tensión a mediados de este año, cuando las cantidades ya de por sí grandes aumentaron debido a los más de 2 mil 500 menores que cruzaron la frontera y fueron separados de sus padres.

La mayoría de los niños detenidos cruzaron la frontera solos. Algunos lo hicieron de manera ilegal; otros buscan asilo. Los que son designados como “menores sin compañía”, ya sea porque fueron separados de sus padres o cruzaron la frontera solos, son retenidos en custodia federal.