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Buenos Aires.- Argentina está atenta y vigilante ante la presencia militar de Gran Bretaña en las Islas Malvinas y tiene la capacidad para defenderse de un eventual ataque a su territorio continental, advirtió el miércoles el ministro de Defensa argentino en medio de la creciente tensión diplomática entre ambos países por la soberanía del archipiélago.
Arturo Puricelli, sin embargo, aclaró que "no tenemos una posición pro-militar ni estamos aprestando ningún tipo de fuerza" y reiteró que el gobierno argentino continuará reclamando la soberanía de Malvinas por la vía diplomática.
"Los ingleses tienen que tener por seguro que en territorio argentino los toleramos en Malvinas, pero si llegan a venir al territorio argentino (continental) no tenga la menor duda de que vamos a ejercer nuestro legítimo derecho de defensa y tenemos capacidad y con qué hacerlo", dijo Puricelli en diálogo con radio La Red.
El funcionario formuló estas declaraciones un día después de que la presidenta Cristina Fernández anunciara que Argentina presentará una queja formal contra Gran Bretaña ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por lo que calificó como un intento de "militarizar" el Atlántico Sur a partir del envío de un buque de guerra a las Malvinas.
"Estamos atentos y vigilantes a cualquier fuerza armada que pueda atentar contra nuestra defensa nacional, nuestros intereses, nuestra soberanía y nuestra jurisdicción. Esa es la directiva que dio la presidenta de la nación", indicó el ministro de Defensa.
Argentina reclama la soberanía del archipiélago ocupado por Gran Bretaña desde 1833 y por el que ambos países disputaron una guerra en 1982.
Gran Bretaña envió semanas atrás el buque de guerra HMS Dauntless a Malvinas --a las que los ingleses llaman Falklands-- en una operación que el secretario del Exterior William Hague calificó de rutina pero advirtió que la Armada británica "sabe golpear muy fuerte".
Según la prensa británica, también estaría en camino un submarino nuclear. La información no fue confirmada ni negada por el gobierno de ese país.
La presidenta Fernández manifestó el martes que "la militarización" del Atlántico Sur por parte de Gran Bretaña "implica una grave amenaza a la paz de la región".
"Estamos atentos a cualquier circunstancia que profundice esta militarización", aseguró Puricelli. "Que un país tenga que soportar el ingreso de tropas y capacidad de fuego como el destructor y eventualmente de un submarino nuclear, que hasta transporte armas nucleares, nos parece inquietante y es digno de darlo a conocer ante la comunidad internacional", agregó.
Para Puricelli "los ingleses lo que están haciendo es una bravuconada para sostener su presupuesto militar y justificar ante sus contribuyentes mover un destructor como el que han mandado a Malvinas, son miles y miles de libras que están gastando innecesariamente".
Según el ministro el objetivo es "ver si caemos en la tentación de llevar este conflicto al terreno de las armas. Tengan por seguridad que no... No vamos a acceder a ninguna provocación".
El gobierno británico descartó el miércoles cualquier negociación con Argentina sobre la soberanía de las islas Malvinas a menos que los habitantes del archipiélago lo soliciten.
En tanto, la secretaria adjunta para Asuntos Hemisféricos de Estados Unidos, Roberta Jacobson, de visita en Perú, dijo que "en el tema de Argentina e Inglaterra nosotros tenemos la misma posición de siempre, que es claro es un problema de dos de nuestros socios".
La funcionaria, que por la tarde partirá hacia Argentina, agregó que "nosotros no queremos cambiar nuestra posición que es que... los dos países negociaran una solución diplomática".