Francia vio con calma genocidio

Francia vio con calma genocidio
Por:
  • larazon

Redacción / La Razón

El presidente francés, Nicolás Sarkozy, reconoció en Kigali los “grandes errores de apreciación de la comunidad internacional, incluida Francia”, durante el devastador genocidio que en 1994 cobró la vida de 800 mil nativos tutsis y hutus moderados en Ruanda.

Al llegar al Memorial sobre el Genocidio de Ruanda en Kigali, Sarkozy se sentó delante del libro de honor y con gesto serio escribió: “En nombre del pueblo francés me inclino ante los muertos del genocidio”.

Sarkozy es el primer presidente francés que visita Ruanda tras la masacre y con este encuentro ambos gobiernos pretenden retomar relaciones diplomáticas. Han sido 16 años de relaciones tensas plagadas de mutuas acusaciones relacionadas con el genocidio, en las que se inculpaba a Francia de complicidad.

Admitió que Francia padeció una suerte de “ceguera al no ser capaz de ver la capacidad genocida del régimen del presidente que fue asesinado”. Pero no pidió perdón ni presentó excusas. A la pregunta de por qué no lo hacía, como lo hizo Bélgica, Sarkozy respondió: “Aquí hemos venido a reconciliar a dos naciones, y no a hacer una competición con el vocabulario”.

El presidente de Ruanda, un país cuyo presupuesto depende en un 50 por ciento de la ayuda humanitaria, satisfecho con las palabras de Sarkozy, añadió: “rechacemos ser prisioneros del pasado. Los errores han sido reconocidos. Lo esencial es mirar hacia el porvenir”.

Las dos naciones, Ruanda y Francia, cuentan desde hace sólo cuatro meses con relaciones estables. En 2004 el mismo presidente que ayer escuchó hablar a Sarkozy, Paul Kagame, en la ceremonia del décimosexto aniversario del genocidio, acusó al gobierno francés de haber armado y entrenado al Ejército hutu que luego se ensañó con la población tutsi en una orgía de sangre que espantó al mundo.

Dos años después, en 2006, un juez francés giró una orden de arresto contra varias personas del círculo de Kagame, acusados de haber derribado el avión en el que viajaba el presidente Habyarimana en 1994 junto a una tripulación francesa. El atentado fue el detonante de los disturbios y de la ola de asesinatos. La orden del juez francés originó el rompimiento entre Ruanda y Francia.