Ortega: los únicos paramilitares son parte de la derecha

Ortega: los únicos paramilitares son parte de la derecha
Por:
  • martha_cotoret

A pesar de las múltiples denuncias por parte de la población civil y grupos de derechos humanos, Daniel Ortega negó, en entrevista con la televisora chavista Telesur, el financiamiento por parte del gobierno de grupos violentos para perseguir a la población de su país, y acusó a “bandas organizadas, armadas, auspiciadas por la derecha y organismos de inteligencia que vienen desde organismos de Estados Unidos”.

“Si aquí vamos a hablar de paramilitares, los únicos son los grupos de la derecha. Tenemos fuerzas armadas, ejército, policía, que son constitucionales. Y, a la par, hay una fuerza clandestina, armada, que se ha convertido en el instrumento de muerte del golpe de la derecha”, aseguró el mandatario nicaragüense, quien enfrenta la mayor crisis política desde la década de los años 80.

Ortega responsabilizó a “los representantes de Estados Unidos y los grupos económicos” de Nicaragua por considerar que no aceptan que el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) haya ganado las elecciones.

“El veneno lo pone el intervencionismo estadounidense a Nicaragua, ahí está la raíz del problema. Si Estados Unidos respetara al país, respetara lo que decidimos los nicaragüenses, independientemente de la ideología, respetara un acuerdo entre el país, los trabajadores y los empresarios, los empresarios estarían trabajando con Nicaragua”, afirmó.

“Si aquí vamos a hablar de paramilitares, los únicos son los grupos de la derecha. Tenemos fuerzas armadas, ejército, policía, que son constitucionales. Y, a la par, hay una fuerza clandestina, armada, que se ha convertido en el instrumento de muerte”

Daniel Ortega

Presidente de Nicaragua

Ortega ignoró así, una vez más, la muerte de al menos 306 civiles en las manifestaciones antigubernamentales, de acuerdo a datos difundidos por activistas de derechos humanos locales, pues el gobierno de Nicaragua sólo contabiliza el asesinato de menos de 60 personas.

Ayer las protestas alcanzaron su día 100 y parece no haber avance en el alcance de las metas. Los estudiantes y la Iglesia, protagonistas de las manifestaciones, han exigido al régimen de Daniel Ortega adelantar las elecciones de 2021 a 2019 para poder renovar los poderes.

Sin embargo, el mandatario de la nación centroameicana se niega a dimitir: “Nuestro periodo electoral finaliza con las elecciones de 2021, cuando tendremos nuestras próximas elecciones”. Renunciar crearía “inestabilidad, inseguridad y empeoraría las cosas”, amagó.

El Dato: La respuesta autoritaria del gobierno de Daniel Ortega a las manifestaciones encendió un movimiento nacional que exige la renuncia del presidente.

Tácticas de represión

El régimen de Ortega ha asesinado a al menos 306 manifestantes. Los mecanismos de violencia son:

La policía, elementos armados y otros grupos violentos, que llevan a cabo las denominadas “operaciones de limpieza” en diferentes partes del país, quitando por la fuerza las barricadas erigidas por los manifestantes y las comunidades locales.

Los paramilitares, leales al gobierno, operan “con el apoyo expreso o tácito, y en coordinación con la policía y otras autoridades estatales”, denuncia la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

De acuerdo con un informe de la ONU, la policía y las autoridades en Nicaragua encarcelan a personas sin someterlas a un proceso judicial y las torturan.

Brasileña asesinada tenía balas en el tórax

Las autoridades forenses informaron ayer que la estudiante brasileña Raynéia Lima murió en Nicaragua producto de heridas de bala en el tórax y abdomen, tras un ataque de supuestos grupos parapolicías, informó una fuente oficial.

“Se determinó que la causa de la muerte fue una herida por proyectil de arma de fuego en el tórax y el abdomen”, indica el parte médico, otorgado por el Instituto de Medicina Legal (IDM) que anunció que el cuerpo de Lima será entregado a la embajada brasileña en Managua.

Lima, de 31 años, llevaba seis años de residir en Nicaragua, donde cursaba el último año de medicina en la Universidad Americana (UAM, privada).

La estudiante brasileña falleció luego de que el vehículo que conducía fue alcanzado por disparos de bala la noche del lunes en el sector suroeste de Managua. Según testigos, parapolicías dispararon a su automóvil.

La zona donde murió es “de dominio de los grupos paramilitares”, declaró a un canal de televisión Gonzalo Carrión, director jurídico del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh).