Papa desecha reforma al sacerdocio en Amazonas

En un giro inesperado, el Papa decidió no abrir la puerta a la ordenación sacerdotal de hombres casados, ni siquiera en las zonas que carecen de un cura católico, luego de que el Sínodo Amazónico —junta de obispos—, en octubre pasado, solicitó tomar en cuenta a estas figuras para cubrir el hueco que padece una de las regiones más remotas de la Tierra.

Se esperaba que en el pronunciamiento papal “Querida Amazonia”, Francisco abordara la posibilidad de aceptar a nuevos clérigos, aun cuando tengan esposa, siempre y cuando fueran reconocidos por su comunidad, para responder así a la falta de éstos en una zona en la que existe un creciente número de protestantes.

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Cuando comenzó a debatirse, el tema se transformó en una enorme polémica sobre el posible fin del celibato de la Iglesia católica, una tradición de más de mil años. Ante ello, el obispo de Roma, quien fue objeto de presiones por parte del ala más conservadora en el Vaticano, tuvo que reconocer que es necesario que la comunión llegue hasta el espacio más lejano, pero con sacerdotes célibes.

Francisco se limitó a pedir que se rece para que crezcan las vocaciones y que se envíen más misioneros a estas zonas.

En uno de los documentos de trabajo realizados para el Sínodo que se denominó Instrumentum laboris, se sugería precisamente que en zonas remotas de la Amazonia, hombres mayores y casados podrían ser ordenados. Según el texto, tendrían que ser hombres particularmente respetados y que, de preferencia, procedan de las comunidades indígenas donde tienen la intención de trabajar.

A quienes llaman viri probati, que en latín significa “hombres probados”, el Sínodo aprobaba, de modo extraordinario, la admisión de la ordenación sacerdotal.

Se estima que al menos 85 por ciento de aldeas en la selva más grande del mundo no pueden celebrar misa católica todas las semanas. Algunos sólo ven a un sacerdote una vez por año.

A pesar de que actualmente existen algunos sacerdotes casados; como anglicanos que se convirtieron al catolicismo o miembros de las iglesias católicas orientales, para muchos el celibato es un factor muy importante.

Para muchos “defensores de la fe”, un sacerdote está “casado con Dios” y, por lo mismo, no debe distraerse en “preocupaciones mundanas”, como una esposa o una familia.

De acuerdo con una carta enviada por el cardenal alemán Walter Brandmüller a los demás miembros del colegio cardenalicio, el Sínodo Amazónico podría marcar “la autodestrucción de la Iglesia”. La autoridad religiosa aseguró que algunos puntos del Instrumentum laboris, parecen estar en “disonancia” respecto a la “enseñanza auténtica” de la Iglesia.

El cardenal también puso en duda otros de los puntos importantes del texto: revisar el rol de la mujer en la Iglesia, ya que, según el documento, se debe “identificar el tipo de ministerio oficial que puede ser conferido a la mujer, tomando en cuenta el papel central que hoy desempeñan en la Iglesia amazónica”.

El dato: La protección del medio ambiente en la Amazonia, que padeció de fuertes incendios, también fue central en el Sínodo de octubre.