Por Secretaría de Estado, un CEO, 2 diplomáticos...

Los méritos de Rex Tillerson son innegables: llegó a Exxon Mobil como ingeniero de producción al salir de la Universidad de Texas, en Austin, en 1975 y nunca dejó la compañía. Preparado para un puesto directivo, ascendió a CEO en el accidentado mundo de la producción petrolífera con cargos en la central de la empresa en Estados Unidos, en Yemen o en operaciones en Rusia.

Sin embargo, pesa más su estrecha relación con Vladimir Putin, quien le entregó en 2013 la Orden de la Amistad—otorgado por la Federación Rusa a extranjeros que han trabajado para mejorar las relaciones con este país—, cuando se trata de la designación como secretario de Estado de EU.

Tras una reunión privada ayer con el líder empresarial, el presidente electo de EU manifestó que quiere dar poder al hombre de confianza de Putin para dirigir la diplomacia de la primera potencia mundial, insinuación que ha encontrado detractores entre los republicanos.

El senador por Arizona, John McCain, se convirtió el pasado sábado en el primer republicano en plantear dudas sobre el posible nombramiento de Tillerson. “No sé cuál es la relación del señor Tillerson con Vladimir Putin, pero le diré que es un asunto que me preocupa”, dijo en una entrevista con Fox News.

Bajo la gestión de Tillerson, férreo opositor a las sanciones que EU y sus aliados europeos impusieron a Rusia después de la anexión de la península de Crimea, en 2014, Exxon Mobil anunció que se fortalecerían las relaciones con la rusa Rosneft, con una inversión de años y miles de millones de dólares en el desarrollo de tecnología para explorar y producir petróleo y gas en las gélidas aguas del Ártico ruso.

En Rex Tillerson, Trump habría encontrado a un exitoso directivo estadounidense, pero que no encaja en gran parte con lo prometido a los votantes debido a su continuado apoyo al libre comercio, el derecho internacional y un aumento de la presencia de EU en Oriente Medio.

Tampoco coinciden en su percepción sobre el cambio climático. Aunque su predecesor fue un gran escéptico del lazo entre la quema de combustibles fósiles y el cambio climático, Tillerson suavizó la postura de la empresa en ese tema.

El proceso de nombramiento del empresario en el cargo podría quedarsin efecto si tres senadores del Partido Republicano se oponen junto al bloque demócrata en el Capitolio. Trump se podría tardar al menos otros tres días para decidir quién debe ser el representante de EU fuera de sus fronteras.

También considera al exdirector de la CIA David Petraeus, al presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado Bob Corker y al exembajador de EU ante la ONU John Bolton.

Su relación con Rusia

Según The New York Times, Tillerson tiene un estrecho vínculo comercial con Rusia y con el presidente de ese país.

En 2011, Tillerson anunció que se fortalecerían las relaciones con la rusa Rosneft, con una inversión de años y miles de millones de dólares en el desarrollo de tecnología para explorar y producir petróleo y gas en las gélidas aguas del Ártico ruso. Exxon amplió de forma constante su negocio en Rusia mientras sus rivales enfrentaban expropiaciones y obstáculos regulatorios. En 2013, el gobierno de Putin otorgó al empresario estadounidense la medalla de la Orden de la Amistad, galardón que se entrega a extranjeros que trabajan en la mejora de los lazos con la Federación de Rusia. Tillerson se ha opuesto a las sanciones que EU y sus aliados europeos impusieron a Rusia después de la anexión de la península de Crimea, en 2014.

Creo en el libre

comercio: Trump

El presidente electo Donald Trump de Estados Unidos se declaró ayer un “gran creyente de libre comercio”.

A 40 días de asumir la presidencia el 20 de enero, Trump anticipó sin embargo que muchas empresas estadounidenses que tienen planes de salir del país enfrentarán consecuencias por parte de su gobierno.

“Nadie se va a mudar, no van a salir, se van a quedar”, dijo en una entrevista con el periodista Chris Wallace, de Fox News.

Insistió en que fijará un impuesto a las empresas que salgan de EU, construyan sus plantas en México o en otros países y después busquen reintroducir sus productos al mercado estadounidense.