Fraude y corrupción se elevan 57% en empresas mexicanas

En los últimos dos años, los fraudes y delitos económicos a las compañías mexicanas crecieron casi 57 por ciento, en línea con lo que se registra a nivel mundial, debido a que son cada vez más sofisticados y se vuelven más difíciles de identificar y prevenir, de acuerdo con la consultora Price Water House (PwC).

En su reporte Fraude y corrupción, un análisis de su impacto en las organizaciones. Encuesta de Delitos Económicos 2018-Edición México, reveló que la tasa de delitos económicos o fraudes en México en las empresas creció de 37 por ciento, en 2016, a 57 por ciento, en 2018,

El socio de PwC, Alfredo Hernández, dijo que estas cifras muestran el incremento que ha registrado este tipo de delitos en las compañías, lo cual significa 21 puntos porcentuales más.

En rueda de prensa, explicó que esta tendencia es similar a la experimentada a nivel global, donde la tasa de víctimas que sufrieron delitos económicos o fraudes pasó de 36 por ciento, en 2016, a 49 por ciento, en 2018; así como en América Latina, donde se registró un incremento subió de 28 a 53 por ciento.

Expuso que si bien 41 por ciento de las organizaciones empresariales en México aumentó su inversión en prevención en los últimos dos años, los delitos económicos o fraudes son cada vez más sofisticados, lo que dificulta su identificación.

La encuesta de PwC muestra un aumento en la incidencia de crímenes cibernéticos, de 11 por ciento, en 2016, a 22 por ciento, en 2018.

Así como el surgimiento de nuevas categorías que se han colocado en los primeros lugares, como los fraudes cometidos por consumidores, con 23 por ciento, o conducta empresarial indebida, con 19 por ciento, de las incidencias reportadas.

[caption id="attachment_724419" align="alignnone" width="700"] Gráfico: La Razón de México[/caption]

Destacó que el soborno y la corrupción en México merecen mención aparte, pues representan 30 por ciento de las incidencias en 2018, con un aumento respecto a 21 por ciento en 2016, y representan un alto riesgo no sólo para las compañías, sino también para los gobiernos y la sociedad.

No obstante, los principales responsables de las defraudaciones fueron los propios empleados de las compañías, ya que los actores internos tienen un 63 por ciento de responsabilidad en delitos económicos, mientras que de actores externos sólo es 32 por ciento. Particularmente, entre los señalados están, cargos intermedios, con 42 por ciento, cargos inferiores, 32 por ciento, y directivos, 19 por ciento.

Entre los factores que contribuyen al fraude, el 71 por ciento cree que son las oportunidades o facilidades que tienen los empleados de hacerlo; mientras que la capacidad para racionalizar el delito, 12 por ciento, e incentivos o presiones para cometerlo, 10 por ciento.

Según PwC, los delitos culminan con apropiación de activos en 47 por ciento; corrupción, en 30 por ciento; incluso fraudes cometidos por el consumidor, en 23 por ciento y los delitos cibernéticos, en 31 por ciento.

Y es que hasta 69 por ciento de las compañías nacionales confían haber perdido hasta un millón de dólares a causa de una falta de ese tipo, por lo que 22 por ciento de las empresas mexicanas planea este año aumentar la inversión para prevención, mientras que el 47 por ciento lo mantendrá igual. El 87 por ciento de los encuestados asegura contar con un programa de ética y cumplimiento; cifra 10 puntos porcentuales superior a la global, que es de 77 por ciento.

No obstante, en México solamente 49 por ciento ha llevado a cabo una evaluación de riesgos en los últimos 24 meses. El fraude general (49 por ciento), el cibercrimen (49 por ciento) y el soborno y corrupción (31 por ciento) son las principales preocupaciones de las compañías mexicanas al momento de analizar las amenazas.