De 9.1% inflación en EU en junio, récord en cuatro décadas

La inflación en Estados Unidos se disparó a 9.1 por ciento en junio de este año, su mayor aumento anual desde noviembre de 1981 y superior al alza de 8.6 por ciento de mayo pasado, catapultada por el incremento en los precios de la gasolina, los alimentos y el alquiler.

Es posible que este repunte que eleva la presión sobre los hogares orille a la Reserva Federal (Fed), el banco central de Estados Unidos, a elevar nuevamente las tasas de interés, lo que a su vez encarecería los créditos.

De acuerdo con el Buró de Estadísticas Laborales, los precios al consumidor subieron 1.3 por ciento en Estados Unidos de mayo a junio, otro aumento sustancial desde el alza de 1.0 por ciento de abril a mayo.

El actual aumento de los precios subraya el impacto brutal que la inflación ha infligido a muchas familias estadounidenses. Los afroamericanos e hispanos de bajos recursos se han visto especialmente afectados, porque una parte desproporcionada de su ingreso se destina a gastos esenciales como vivienda, transporte y alimentos. 

Algunos economistas han albergado la esperanza de que la inflación esté alcanzando o acercándose a su pico en el corto plazo. Los precios de la gasolina, por ejemplo, han bajado un poco desde los 5 dólares por galón alcanzados a mediados de junio.

Sin embargo, por ahora, el incesante aumento de la inflación ha provocado una fuerte caída en la confianza de los consumidores en la economía y ha hecho caer los índices de aprobación del presidente Joe Biden en año de elecciones legislativas.

Después del reporte de inflación, operadores de futuros vinculados a la tasa de política monetaria de la Fed valoraron rápidamente una probabilidad de más del 40 por ciento de un aumento de 100 puntos base en la próxima reunión a finales de este mes.

“Realmente empuja a la Reserva Federal aún más al rincón en el que ha estado operando. Necesitan aumentar las tasas rápidamente y necesitan incrementarlas en grandes cantidades”, dijo Chris Zaccarelli, director de inversiones de Independent Advisor Alliance. “Desafortunadamente estábamos buscando buenas noticias y estas no son buenas noticias”, añadió.

La Fed comenzó a endurecer la política monetaria sólo en marzo pasado y ya elevó su tasa de referencia de préstamos a un día en 1.5 puntos porcentuales.

Los mercados financieros ahora predicen que la tasa alcanzará el rango de 3.5 a 3.75 por ciento para fin de año, por sobre lo que pronosticaron las propias autoridades de la Fed hace sólo tres semanas.

El aumento de la inflación y la probable respuesta de la Fed en su intento de sofocarla aumenta la probabilidad de que frene con demasiada fuerza y lleve a la economía a la recesión, según un número cada vez mayor de analistas.

La directora de Análisis Económico-Financiero de Grupo Financiero Base, Gabriela Siller, comentó que, debido a que la inflación anual se encuentra en su nivel más alto desde noviembre de 1981, se espera que la Fed continúe con un lenguaje más restrictivo.

Así, se eleva la probabilidad de que hagan incrementos a la tasa de interés de 75 puntos base en cada uno de los próximos dos anuncios de política monetaria el 27 de julio y el 21 de septiembre, advirtió en un análisis.

Hacia delante se espera que la inflación en Estados Unidos ubique por encima del promedio de 0.6 por ciento, por lo que llevaría la inflación anual en julio a 9.3 por ciento, agregó.

Esta proyección, dijo la economista, ya considera presiones adicionales sobre los componentes de alimentos y mercancías no alimenticias, así como servicios, a medida que los productores transfieren sus recientes incrementos en costos hacia los consumidores.

Apuntó que la estimación de inflación para Estados Unidos al cierre del año sube de 6.8 a 8.5 por ciento y podría seguir siendo revisada al alza, pues existen presiones que es poco probable que se disipen pronto.

Siller apuntó que la inflación en Estados Unidos está cerca de 10 por ciento, nivel no visto desde octubre de 1981, de 10.3 por ciento.

Moneda mexicana, cerca de 21 pesos por dólar

El peso mexicano cerró ayer en un precio de 20.7177 por dólar, con una ganancia del 0.63 por ciento frente al precio de referencia de Reuters del martes, tras hundirse muy cerca de la barrera de los 21 pesos por dólar, mientras que la bolsa cayó a niveles no vistos en tres semanas; esto, tras en una jornada errática luego de la divulgación de cifras de inflación en Estados Unidos, de 9.1 por ciento en junio pasado, la peor en 40 años.

Grupo Financiero Base explicó que la apreciación del peso se debió a una corrección a la baja del dólar estadounidense, cuyo índice ponderado retrocedió 0.16 por ciento, borrando parte de la caída de 1.06 por ciento en las primeras dos sesiones de la semana.

“A pesar de que el peso mexicano cerró con una apreciación, el tipo de cambio sigue mostrando una tendencia al alza desde el 27 de junio y se ha elevado la probabilidad de que perfore la resistencia de 21.00 pesos, lo que abriría la puerta a movimientos hasta el nivel psicológico de 21.50 pesos por dólar”, agregó la institución en un análisis

El principal índice accionario de la Bolsa Mexicana de Valores, el S&P/BMV IPC, que integran las 35 empresas más líquidas del mercado mexicano, bajó ayer 0.4 por ciento, a 47.461,35 unidades, por expectativas de fuertes aumentos en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos en sus próximas reuniones.

fgr