Prevén mayor competitividad con reestructuración de la CFE

La propuesta de la Secretaría de Energía (Sener) de reagrupar a las seis subsidiarias de generación en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), permitirá que éstas puedan competir con empresas trasnacionales; sin embargo, eso no asegurará eficiencia en la operación de la empresa.

En entrevista, David Bonilla Vargas, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, mencionó que las grandes empresas que están en el negocio de generación tienen acceso a mercados de capital como Nueva York, Londres o Tokio; mientras que las firmas pequeñas no tienen ese acceso al crédito.

“Entonces, resulta ventajoso unirlas, porque obtienes economías de escala y puedes competir mejor con compañías que tienen grandes ventajas a nivel global. Sí se me hace una buena idea”, refirió.

No obstante, para Miriam Grunstein, analista en energía y petróleo del Centro México del Instituto James Baker de la Universidad Rice, aun cuando la medida buscaría reducir los costos de producción, mediante una economía de escala, existen otros factores que se deberían de solucionar, sobre todo en el tema de las ineficiencias de la empresa productora.

“Habría que solucionar ineficiencias en la operación de CFE; entonces, por lo cual, esta medida así, no la considero ni benéfica para la empresa, ni para los usuarios del flujo eléctrico, porque no veo como puede ser benéfico para los usuarios, no veo cómo, si el Estado sigue siendo ineficiente”, sostuvo en entrevista con La Razón.

Contrario a esto, para José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), la decisión sería positiva si resulta que de esa competencia se obtenga la energía suficiente, barata y asequible para las empresas y la sociedad.

En este sentido, explicó que este tema se basa en dos criterios fundamentales; el primero es la competencia de la empresa productora contra cualquier otra empresa, pero que en su mayoría son trasnacionales y donde la CFE sale con desventajas claras: innovación tecnológica y financiamiento.

Bonilla refirió que para que la empresa pueda estar en igualdad de condiciones, sin duda alguna es buena idea tener un monopolio; sin embargo, el marco de regulación no permite tener uno, “tendrías que cambiar el marco regulatorio y las leyes para poder cambiar al marco anterior, y eso podría quitar mucho tiempo, entonces no es tan fácil”.

En segundo lugar, sostuvo De la Cruz, la CFE viene de un proceso donde se le precarizó al igual que a Pemex, por lo que se conoce que tiene recursos escasos, de ahí la importancia de contar con el financiamiento, para garantizar que la empresa va a poder competir con empresas extranjeras.

En contraste, Grunstein mencionó que la concentración de las seis generadoras afectará a la libre competencia, pues aseguró que la posibilidad de competir con CFE, desde antes ya era complicado, debido a que los volúmenes de flujo eléctrico que manejaba, no los podía mantener ninguna otra empresa.

“Entonces, ya con la Comisión Federal de Electricidad reintegrada; si antes ya se tenían escasas posibilidades de competencia, ahora se van a volver nulas y con eso cancelamos la posibilidad del mercado eléctrico”, refirió.

El documento en donde la Sener dio a conocer la decisión, de reintegrar a sus subsidiarias mencionó que la actual estructura de la compañía impide una comunicación efectiva entre las distintas áreas, lo cual genera consecuencias negativas de altos costos operativos y falta de personal de las áreas especializadas regionales, encargadas de la atención inmediata de potenciales daños en las instalaciones.

“La iniciativa permitirá a CFE competir en condiciones de igualdad en el mercado eléctrico frente a sus competidores. La forma en la cual opera actualmente la CFE incrementa considerablemente los costos operativos, siendo necesaria la reestructuración”, refiere.