Las tres crisis de México

Las tres crisis de México
Por:
  • Carlos Guerrero

Primera: La más grave, obvio es la crisis de salud, que nos pone cara a cara con un virus  que no conocemos, pero con la letalidad suficiente para matar a humanos con inmunidad comprometida o incluso a los que gozan de excelente salud.

Esta crisis actualmente tiene a la sociedad mexicana literalmente en confinamiento en sus hogares. Mantiene a los tres niveles de Gobierno y sus áreas de la Salud ocupados realizando acciones que ayuden a mitigar sus efectos, hasta el día 6 de abril había dejado 125 muertos y 2 mil 439 casos positivos, pero la curva aún está en fase dos; según la estimación de la Secretaría de Salud será el mes de mayo cuando estemos entrando en fase tres.

Segunda: La crisis económica. Posiblemente la que llegó antes del Covid-19 a los hogares de los mexicanos, ante la reacción de varios sectores de la sociedad en México que actuaron con responsabilidad y se confinaron voluntariamente en sus hogares ante el temor de la pandemia, obligó a cerrar negocios de distintos giros, enviando a los empleados a resguardarse en sus casas, en su mayoría sin salarios. La preocupación de todos ahora es: ¿Cuánto tiempo aguantaremos sin ingresos y con obligaciones por cubrir como luz, agua, renta, proveedores, teléfono, impuestos y empréstitos bancarios? Esto sin duda ya es una depresión económica. Las Pymes esperaban más del señor Presidente en su informe a la nación, sin embargo remarcó que sólo habrá apoyos para los más pobres y vulnerables de México, hasta hoy nada al sector productivo de la economía. Se estima un decremento en la economía de entre -8.0 y -11.0 por ciento para este año.

Tercera: La crisis de empatía. Según la RAE, es la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos. Frases como: “nos vino como anillo al dedo”, ilustra la falta de empatía del mandatario con sus gobernados. ¿Cómo puede la llegada de una pandemia interpretarse de esa manera por el líder de una nación? Los mexicanos esperamos más sensibilidad del Presidente y empatía con todos los sectores productivos del país; sin embargo por ahora los apoyos sólo son para un sector de la sociedad, quizá el más importante por el grado de vulnerabilidad: “los más pobres”; empero olvida que el barco que capitanea lleva más de 125 millones de mexicanos a bordo. La actitud que hoy exige la sociedad a su Presidente es la del líder que convoca a la unidad nacional por encima de diferencias políticas para hacer frente común a un reto del que aún no dimensionamos sus consecuencias, pareciera ser que al líder no le interesa el consenso nacional en medio de la tormenta; recurrentemente culpa al neoliberalismo de los males que padece la nación. Olvida que los neoliberales llegaron de la mano de Carlos Salinas y de Manuel Bartlett.