Cuando matar no cuesta

Cuando matar no cuesta
Por:
  • Carlos Urdiales

Durante 2019 en México se cometieron 34,588 asesinatos (incluidos 1,006 feminicidios). La tasa de impunidad en el país es de 98.7 por ciento. Aquí matar es gratis. La organización Impunidad Cero detalla: “México es el país más violento de la OCDE y la tasa de homicidios dolosos es cuatro veces superior a la de Estados Unidos”.

El jueves inició una caminata por la paz convocada por Javier Sicilia, Julián y Adrián LeBarón. Mañana protestarán frente a Palacio Nacional. El Presidente López Obrador avisó que no recibirá a los activistas-víctimas para cuidar su investidura. El poeta huérfano de hijo dice que en México nos estamos acostumbrando al horror.

En 2019 el número de homicidios dolosos se incrementó 2.48 por ciento en términos absolutos, sin descontar la tasa de crecimiento poblacional de 1.3 por ciento. El Gobierno federal celebra que el aumento es menor al de la secuencia de los años anteriores. La tendencia se mantiene, pero la proporción disminuye. Es lo que explican y destacan desde el Gabinete de Seguridad.

Por la baja tasa de resoluciones y sentencias, matar en México se ha convertido en un crimen menor, sin castigo. Al tiempo, hay delitos como secuestro y extorsión que miran sus “mejores” días en plena 4T. Durante 2019 el secuestro creció 3.5 por ciento, se reportaron 1,614 casos, la mayor incidencia en la historia. Y en cuanto a extorsión, los casos denunciados subieron 29 por ciento, esto significa que hubo 8,523 víctimas.

Explicaciones abundan, soluciones escasean. La apuesta al combate a través de programas sociales con visión de largo plazo se mantiene. La Guardia Nacional se enfoca al tema migratorio. Ejército y Marina resisten como pilares de la única oposición efectiva del Estado contra el crimen organizado.

La atención se enfoca a lo que se ha de presentar al Senado el 1 de febrero próximo por parte de la FGR y el Ejecutivo federal. Iniciativas para modificar la Constitución y darle mejores herramientas al ministerio público y a jueces cuando de perseguir y castigar asesinatos, secuestros y extorsiones se trate.

Si por riesgos de retornar a esquemas autoritarios y vulnerar garantías fundamentales las modificaciones no avanzan, ¿qué hará la 4T al respecto? Podría culpar a los conservadores y adversarios de un sabotaje legislativo el cual impidió contar con un marco legal adecuado para el combate, tras barandillas, a nuestros mayores flagelos; violencia, inseguridad e impunidad.

No faltará quien apueste al fracaso de la 4T para capitalizar electoralmente el dolor del país. Pero a la par, hay debates y observaciones bien intencionadas, a las que les da igual si la épica transformadora triunfa y calla bocas, a la luz de espectaculares avances en esta materia. Toda política pública requiere de amplios concursos para alcanzar sus metas. Propagandas e intereses políticos, aparte.

Grupo Salinas responde. En una carta a la opinión pública, Tristán Canales Najjar, vicepresidente de Información y Asuntos Públicos de Grupo Salinas, explica y defiende que el Gobierno federal, a través de la SEP, haya hecho política pública el muy exitoso programa Orquestas Esperanza Azteca.

Como ser humano y empresario, el compromiso de Ricardo Benjamín Salinas Pliego es potenciar las capacidades de la sociedad. A través de distintos programas, fortalecer la vida comunitaria por medio de programas educativos y de liderazgo, impulsar un cambio cultural que convierta a todas las personas, en agentes para el futuro, sumar esfuerzos para transformar el entorno e impulsar los valores centrales de la libertad.

Durante 11 años, Fundación Azteca trabajó incansablemente para brindar a la población con menores oportunidades y mayores retos, un camino para encontrar en la música, la formación de valores y aspirar a una cultura de paz combatiendo de frente entornos de inseguridad, violencia y adicciones con un exitoso modelo de asociación entre gobiernos e iniciativa privada.

Esperanza Azteca es uno de los programas musicales y sociales más destacados de la historia de México. 87 orquestas sinfónicas y coros a lo largo de todo el país, más de 40,000 niñas, niños y jóvenes, que encontraron en el estudio de la música un punto de partida para transformar sus vidas, las de sus familias y sus comunidades en forma positiva. Así de claro.