Arturo Damm Arnal

AMLO y Adam Smith

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal
Arturo Damm Arnal
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En su mensaje AMLO citó La Teoría de los Sentimientos Morales (1759), del filósofo escocés Adam Smith (1723 - 1790), más conocido por su obra Una Investigación Sobre la Naturaleza y Causas de la Riqueza de las Naciones (1776), fundamental en la historia de la ciencia de la economía.

“Aquí recuerdo –dijo– lo que sostenía Adam Smith que bien podría constituir uno de los fundamentos de la economía moral que estamos aplicando. Decía: ‘Por más egoísta que quiera suponerse al hombre, evidentemente hay algunos elementos de su naturaleza que lo hacen interesarse en la suerte de los otros de tal modo que la felicidad de éstos le es necesaria, aunque de ello nada obtenga, a no ser el placer –agregaría (lo dijo AMLO), el inmenso placer– de presenciarla’. En otras palabras, la alegría ajena es nuestra propia dicha”. Esta es la frase más citada de La Teoría de los Sentimientos Morales de Smith.

Me remito ahora a la frase más citada de La Riqueza de las Naciones: “No es la benevolencia del carnicero, el cervecero, o el panadero lo que nos proporciona nuestra cena, sino el cuidado que ponen ellos en su propio beneficio. No nos dirigimos a su humanidad sino a su propio interés, y jamás les hablamos de nuestras necesidades sino de sus ventajas. Solo un mendigo escoge depender básicamente de la benevolencia de sus conciudadanos”.

La frase de La Teoría de los Sentimientos Morales hace referencia a la benevolencia, a la actuación desinteresada. La de La Riqueza de las Naciones se refiere a la conducta interesada, al interés propio. A simple vista (la cuestión no es tan sencilla), la benevolencia puede ser considerada lo contrario del interés propio, como la conducta interesada puede ser considerada lo contrario de la actuación desinteresada. ¿Cuál de estas dos conductas es la correcta? Depende. En el ámbito de las relaciones sociales la desinteresada. En el de las económicas la interesada. Cuando dono sangre para un amigo lo hago pensando en su bien. Cuando compro o vendo algo lo hago pensando en el mío. Para que las relaciones sociales funcionen se necesita de la benevolencia. Para que las relaciones económicas operen se necesita del interés propio, que es la base del intercambio.

AMLO cree que uno de los fundamentos de su economía moral es la actuación desinteresada a la que se refiere Smith en La Teoría de los Sentimientos Morales, pero estoy seguro que Smith le diría que el fundamento del buen desempeño económico es, como él lo llamó, el “sencillo y obvio sistema de la libertad natural”, del cual AMLO no tiene idea. Si la tuviera, y la entendiera, no haría lo que hace.

La receta para el buen desempeño de la economía hay que buscarla en La Riqueza de las Naciones, no en La Teoría de los Sentimientos Morales.