Arturo Damm Arnal

Pobreza y desigualdad (3/5)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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En los dos últimos Pesos y Contrapesos, los primeros de esta serie de cinco, dedicados al tema de la pobreza y la desigualdad, a partir de la Medición de la Pobreza 2020 del CONEVAL, presenté y comenté los principales resultados, que sintetizo en cuatro puntos: (i) en 2020, comparando con 2018, el porcentaje de mexicanos en condición de pobreza pasó del 41.9 al 43.9 de la población; (ii) el de personas con ingresos insuficientes para comprar la canasta básica (pobreza por ingreso insuficiente), pasó de 49.9 a 52.8; (iii) el de personas con ingresos insuficientes para comprar la canasta básica alimentaria (pobreza extrema por ingreso insuficiente), pasó de 14.0 a 17.2; (iv) de las seis carencias sociales consideras por el CONEVAL, en tres el resultado de 2020 fue peor que en 2018 y en las otras tres menos malo.

Todo lo anterior para 2020, año en el cual coincidieron el Efecto 4T, que empezó en noviembre de 2018, después de la cancelación de la construcción del NAICM en Texcoco, y el Efecto Covid, que comenzó en marzo de 2020, con el inicio de las jornadas de sana distancia, y que tomó impulso entre abril y mayo, los meses del cierre parcial de la economía.

Esos dos efectos frenaron las inversiones directas, que producen bienes y servicios, crean empleos (para producir alguien debe trabajar), y generan ingresos (a quien trabaja se le paga por hacerlo), empleos e ingresos de los que depende el bienestar de las familias, compuesto por la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios de los que disponen, la mayoría de los cuales hay que comprar, para lo que se requiere ingreso, cuya generación se vio seriamente afectada en 2020. Repito dos datos: el porcentaje de personas con ingresos insuficientes para comprar la canasta básica pasó de 49.9 a 52.8; (iii) el de personas con ingresos insuficientes para comprar la canasta básica alimentaria de 14.0 a 17.2.

Lo que nunca sabremos, dado que el CONEVAL mide la pobreza cada dos años, es qué pasó en 2019, cuando solo estaba operando el Efecto 4T. Con relación al 2018, en 2019 la pobreza ¿aumentó, se mantuvo constante, disminuyó?

Una variable que nos puede ayudar a responder es el Consumo Privado, que mide la compra de bienes y servicios de las familias residentes en el país, excluyendo bienes lujosos e inmuebles. En 2018 creció 2.4%. En 2019 decreció 0.9%.

Probablemente, consecuencia del Efecto 4T, el aumento en la pobreza comenzó en 2019, y seguramente, consecuencia de la conjunción con el Efecto Covid, aumentó más en 2020.

Hasta ahora he considerado el tema de la pobreza. Mañana tocaré el de la desigualdad en la “distribución” del ingreso, recurriendo al Índice de Gini, y empezaré explicando por qué entrecomillo la palabra distribución.

Continuará.