El resultado de junio

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

La Inversión Directa (ID), se destina a producir bienes y servicios, a crear empleos (para producir alguien tiene que trabajar), y a generar ingresos (a quien trabaja se le paga), empleos e ingresos que son condiciones del bienestar, que debe ser resultado de la generación personal de ingreso, no de la redistribución gubernamental del mismo, que el gobierno no puede practicar si previamente no hubo generación personal de ingreso.

Todo esto depende de la ID: (i) la producción de bienes y servicios, con los que satisfacemos nuestras necesidades, y con la que se mide el crecimiento de la economía; (ii) la creación de empleos y la generación de ingresos, necesarios para poder comprar los bienes y servicios con los que satisfacemos nuestras necesidades; (iii) el bienestar, que depende de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios de los que disponemos para satisfacer nuestras necesidades. Dado todo lo que depende de la ID es que resulta tan importante, y dado que es tan importante es que resulta muy preocupante lo que le está pasando.

En México no tenemos un indicador, tal cual, de la ID, pero tenemos el Indicador de la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF), que mide la inversión en instalaciones, maquinaria y equipo, que, por proporcionar la infraestructura física necesaria para la producción de bienes y servicios (equipo, maquinaria, instalaciones), es un buen indicador del comportamiento de la ID, FBCF cuyo comportamiento es muy preocupante.

En términos anuales, comparando cada mes con el mismo mes del año anterior, en junio del año pasado la FBCF creció 24.7%. Once meses después, en mayo pasado, creció 5.5%. Un mes después, en junio, creció solamente 0.7%, el menor crecimiento en los últimos 39 meses.

Repasemos el crecimiento anual de la FBCF en el año. Enero: 12.9%, 0.90 puntos porcentuales menos que en diciembre, el 6.52%. Febrero: 11.0%, 1.90 puntos porcentuales menos que en enero, el 14.73%. Marzo: 10.8%, 0.20 puntos porcentuales menos que en febrero, el 1.82%. Abril: 10.5%, 0.30 puntos porcentuales menos que en marzo, el 2.86%. Mayo: 5.5%, 5.00 puntos porcentuales menos que en abril, el 47.62% Junio: 0.7%, 3.85 puntos porcentuales menos que en mayo, el 87.27% En lo que iba del año hasta ese momento, fue en junio cuando se registró, por mucho, la mayor caída en la tasa de crecimiento de la FBCF, y por lo tanto de la ID, 87.27%.

¿Qué pasó en junio que ocasionó esa caída en la tasa de crecimiento de la FBCF? La elección presidencial, el triunfo de Claudia Sheinbaum, y la expectativa de que, con la mayoría calificada en el Congreso de la Unión para Morena y aliados (al momento de escribir esta columna están a un senador de conseguirla), se haría realidad (como está sucediendo), el Plan C de AMLO, avalado (por lo visto hasta ahora), por Claudia Sheinbaum, plan que, para todo efecto práctico, implica la desaparición de la división de poderes y la concentración del poder en manos del Ejecutivo federal, algo propio del Estado de chueco, que ha generado desconfianza en los empresarios para invertir directamente en el país.

Si eso pasó en junio, ante la expectativa de la puesta en marcha del Plan C, ¿qué pasó en julio y agosto, y qué estará pasando en septiembre, ante su puesta en marcha, a un senador de conseguirlo?