Arturo Damm Arnal

Secretaría de economía (3/5)

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Estoy a favor de la desaparición de la Secretearía de Economía por ser contraria a la economía de mercado en el sentido institucional del término, en la cual los derechos de los agentes económicos están plenamente reconocidos, puntualmente definidos y jurídicamente garantizados.

Derechos a la libertad individual para producir, ofrecer y vender, demandar, comprar y consumir, y a la propiedad privada sobre los medios de producción necesarios para poder producir, ofrecer y vender, y sobre los ingresos necesarios para poder demandar, comprar y consumir. Centro la atención en las políticas económicas.

Una política económica consiste en los medios que el gobierno utiliza para modificar los resultados del mercado, del intercambio entre compradores y vendedores, resultado que es un bien común: bien porque ambas partes GANAN, común porque AMBAS partes ganan, consecuencia del acuerdo entre demandantes y oferentes.

¿Cuándo se justificaría que se modificara el resultado del mercado, la compra venta de una determinada cantidad de algún bien o servicio a un determinado precio? Cuando fuera injusto, desde el punto de vista de la ética, o ineficaz, desde el punto de vista de la economía, injusticia que tendría lugar si en el intercambio se violaran derechos (éticamente es injusto lo que viola derechos), que pueden ser del comprador o vendedor, ineficacia que tendría lugar si por el intercambio se redujera el bienestar de los involucrados (es económicamente ineficaz lo que reduce el bienestar).

Si un demandante y oferente están dispuestos a intercambiar (disposición que en el caso del intercambio siempre es voluntaria), una determinada cantidad de algún bien o servicio por una determinada cantidad de dinero, ¿se violan derechos? No, al contrario: se respeta el derecho a la libertad individual y a la propiedad privada. El intercambio es éticamente justo.

Si un demandante y oferente están dispuestos a intercambiar una determinada cantidad de dinero por una determinada cantidad de algún servicio o bien, ¿se reduce su bienestar? No, al revés: dado que cada uno valora más lo que recibe que lo que da a cambio el bienestar de ambos aumenta. El intercambio es económicamente eficaz.

Un típico ejemplo de política económica es la manipulación de precios, ya sea imponiendo un precio máximo, por debajo del acordado entre oferente y demandante, con la intención de beneficiar al comprador, ya sea uno mínimo, por arriba del acordado, con el objetivo de beneficiar al vendedor, imposición de precios máximos o mínimos que se justificaría si el precio acordado entre demandante y oferente fuera injusto (violara derechos) y/o ineficaz (generara escasez o sobreoferta), algo que no sucede, sin olvidar que los precios máximos generan escasez y los mínimos sobreoferta, situaciones antieconómicas que deben evitarse.

La teoría económica demuestra lógicamente lo que sucede cuando el gobierno manipula precios (precios máximos = escasez, precios mínimos = sobreoferta). Sin embargo leemos, en el artículo 28 constitucional, que “las leyes fijarán bases para que se señalen precios máximos a los artículos, materias o productos que se consideren necesarios para la economía nacional o el consumo popular”, precios máximos que deberá imponer la Secretaria de Economía.

Continuará.