Arturo Damm Arnal

Visita al museo

PESOS Y CONTRAPESOS

Arturo Damm Arnal *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Arturo Damm Arnal 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Estuve, en visita guiada por el gobernador Alejandro Díaz de León, ¡gracias, Alejandro!, en el Museo del Banco de México (https://museobancodemexico.mx/), que todos los interesados en el fascinante mundo del dinero, en particular, y de la economía, en general, deberían visitar. Da mucho gusto que en México tengamos un museo como éste y, dicho sea de paso, como el Museo Interactivo de Economía (https://www.mide.org.mx/).

Dicho lo anterior, vale la pena hacer una precisión, con relación al mensaje principal que se transmite a los visitantes: que la tarea del Banco de México es proveer de dinero a la economía, de tal manera, que las personas tengan confianza en el mismo y lo acepten como medio de intercambio, para lo cual el dinero debe, por lo menos, preservar su poder adquisitivo, lo cual implica que, con la misma cantidad de dinero, al paso del tiempo, se pueda comprar la misma cantidad de los mismos bienes y servicios. Y escribo por lo menos, porque lo ideal sería que el dinero aumentara su poder adquisitivo, es decir, que con la misma cantidad de dinero, al paso del tiempo, pueda comprarse una mayor cantidad de los mismos bienes y servicios, tema polémico, razón más que suficiente para discutirlo, discusión que en México no se da. ¡Lástima!

¿Los mexicanos usamos el peso como medio de intercambio, porque tenemos confianza en él, y por ello lo aceptamos como tal?

Para tener confianza en el dinero el mismo debe, por lo menos, preservar su poder adquisitivo, cosa que no sucede con el peso. Entre enero de 2001 y septiembre de 2021, en México se acumuló una inflación del 137.23 por ciento. Es más, el Banco de México tiene una meta de inflación, tres por ciento, más menos un punto porcentual de margen de error, razón más que suficiente para desconfiar, lo cual nos lleva a otro tema para discutir: debe o no un banco central tener metas de inflación, tema polémico, razón más que suficiente para discutirlo, discusión que tampoco tiene lugar. ¡Lástima!

Los mexicanos usamos el peso como medio de intercambio, no porque tengamos confianza en él, y por ello lo aceptamos como tal, sino porque es dinero de curso legal, impuesto por la fuerza, no habiendo otra opción (Art. 2, Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos), y, si no dejamos de usarlo, pese a que pierde su poder adquisitivo, se debe a que los inconvenientes del trueque son mayores que los que ocasiona la pérdida en el poder adquisitivo del dinero, al menos a los niveles actuales de inflación.

Yo acepto que me paguen con pedazos de plástico, sin ningún valor intrínseco, porque sé que a quienes les pague con esos pedazos de plástico tienen la obligación de aceptarlos. Son de curso legal. Impuestos por la fuerza. No hay de otra. ¿Aceptación voluntaria? No. Imposición legal.

Dicho lo cual, ¡visiten el museo!