Bibiana Belsasso

El reino de Cuauhtémoc

BAJO SOSPECHA

Bibiana Belsasso*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Bibiana Belsasso
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El estado de Morelos siempre se caracterizó por ser el lugar de escape, de descanso para los miles de capitalinos que buscaban salir del estrés o caos, que los agobia a diario en la Ciudad de México.

A tan sólo dos horas de la capital del país, Morelos cuenta con parques acuáticos, sitios arqueológicos, áreas naturales protegidas, museos y pueblos mágicos como Tepoztlán, Tequesquitengo, Tlayacapan y la misma ciudad de Cuernavaca, la llamada “eterna primavera”, que alberga edificaciones de notable belleza y relevancia histórica, como la Catedral, el Palacio de Cortés, el Palacio de Gobierno y el Chapitel.

Pero desde hace poco más de 12 años, la violencia en Morelos se ha incrementado de una forma exponencial tras la caída de Arturo Beltrán Leyva, alias El Barbas, fue en ese momento que el estado comenzó a ver cómo recrudeció la violencia y que en la actualidad permanece por la disputa entra varios grupos criminales.

Esta entidad forma parte del corredor Ciudad de México-Guerrero, por ello, Morelos es una parada estratégica para el trasiego de drogas y armas, la cual era controlada por Los Beltrán Leyva.

Era la noche del 16 de diciembre de 2009, cuando elementos de Infantería de Marina de la Armada de México, acudieron al fraccionamiento Altitudes en la ciudad de Cuernavaca, donde protagonizaron un enfrentamiento contra presuntos delincuentes de la organización delictiva de Los Beltrán Leyva.

Además del Barbas, tres sicarios fueron abatidos en el intercambio de disparos, otro delincuente se suicidó al verse rodeado por marinos, de acuerdo con un comunicado en ese momento.

Hasta ese lugar llegamos para hacer un reportaje para Todo Personal. Lo que pudimos ver, después de ese abatimiento, fue lo que quedó de una batalla frontal entre marinos y Arturo Beltrán Leyva y sus sicarios.

Tiempo después, en el funeral del marino abatido, los sicarios de Los Beltrán Leyva reconocieron a la familia y la mataron. La saña y violencia con la que trabajan esos grupos criminales es aterradora. Recordemos que El Barbas nació en Badiraguato, Sinaloa, fue uno de los narcotraficantes más buscados en México, y Morelos fue la última plaza que dominó para traficar drogas a nivel nacional e internacional. Su dominio en ese estado comprendía más de 15 municipios, gracias a su red de protección, que incluía militares, exjefes policiacos y oficiales corruptos.

Pero desde entonces y hasta ahora, ya con más de tres años de la administración del gobernador Cuauhtémoc Blanco, la disputa de los grupos criminales, asesinatos, secuestros y otros delitos no han disminuido.

La foto del escándalo

De izq. a der.: Irving Solano, El Profe; Homero Figueroa, La Tripa; el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco y Raymundo Isidro El Ray.
De izq. a der.: Irving Solano, El Profe; Homero Figueroa, La Tripa; el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco y Raymundo Isidro El Ray.Foto: Especial

El cártel de Los Beltrán Leyva era uno de los cuatro que compraba y traficaba cocaína producida en Colombia, para venderla en Estados Unidos. Pero con la muerte de Arturo, ocurrieron diversas escisiones de la organización criminal, una de ellas Los Rojos, quienes se encuentran asentados en Amacuzac, Morelos. Su mayor disputa es con Guerreros Unidos, ambos han sido ligados al caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, desaparecidos en septiembre de 2014, debido a que Guerreros Unidos, confundió a los jóvenes con su rival, Los Rojos, y los mandó a matar.

Incluso después de este hecho, las autoridades morelenses reconocieron un incremento de la violencia en la zona sur y sur-poniente, zonas que colindan con Guerrero y Estado de México. Lo cual se intensificó con la detención de Santiago Mazari Hernández El Carrete, líder de Los Rojos, ocurrida en agosto de 2020.

La violencia que afecta a Morelos se observa en los datos más recientes, debido a que suma 301 homicidios dolosos, de enero a marzo de este año, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

En 2018, cuando concluyó la pasada administración, el número de estos crímenes fue de 693, para el primer año de gobierno de Cuauhtémoc Blanco, el número llegó hasta 911, es decir, 218 casos más. A nivel nacional, Morelos se encuentra en el lugar número 10 con mayor número de víctimas por asesinatos, por encima de estados como Veracruz, Ciudad de México y Sinaloa. Además, es sexto lugar en incidencia por cada 100 mil habitantes.

Hasta 2016, la entonces Procuraduría General de la República tenía identificados a tres grandes cárteles de la droga que operaban en Morelos junto a dos células que buscaban el control de los principales municipios: Temixco, Cuernavaca, Cuautla, Jiutepec, Emiliano Zapata, Tepoztlán, Xochitepec, Jojutla y Zacatepec.

Para 2022, las autoridades federales y estatales han detectado 12 grupos criminales con presencia en 37 municipios de Morelos. Entre las actividades delictivas que realizan está la siembra, cosecha y trasiego de marihuana y goma de opio, también extorsionan, lavan dinero, realizan tala ilegal de árboles y trafican con personas.

A finales de diciembre del año pasado, el cártel del Noreste anunció su llegada a la entidad a través de la colocación de mantas en distintas partes del estado.

Mientras que este año, las autoridades han identificado que integrantes de la dinastía criminal de Los Rojos ha conformado un nuevo grupo denominado Sangre Brava Morelense, encabezado por Eric Mazari, el hijo del Carrete.

Y Morelos no escapa de la violencia política, Amacuzac reporta las mayores disputas debido a que el linaje del Carrete mantiene el control en ese municipio.

Prueba de ello, es el intento de asesinato de Noé Reynoso Nava, alcalde de 2012 a 2015, por una venganza, Gabriel Miranda Domínguez, hijo de Alfonso Miranda Gallegos, quien también estuvo al frente de ese municipio, lo mandó a matar, pero Noé sobrevivió a los disparos, que le impactaron en el rostro y el pecho.

Esta entidad es una de las que reporta un mayor número de denuncias por amenazas contra políticos locales, debido a que a nivel municipal muchos de los candidatos a un cargo fueron relacionados con grupos criminales.

El caso de Alejandra Lagunas es una muestra. A 10 días de haber iniciado su campaña por la alcaldía de Xochitepec, Morelos, en mayo de 2021, se vio obligada a suspenderla por las amenazas de muerte que recibió.

Mientras que en febrero de 2021, un escándalo rodeó al gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, cuando se dio a conocer el presunto encuentro, en su casa de Cuernavaca, en la zona residencial de Tabachines, con Irving Eduardo Solano Vera, El Profe o El Gato, quien formaba parte de Guerreros Unidos y del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Otra de las personas identificadas es Homero Figueroa Meza, La Tripa, líder de Los Tlahuicas y Raymundo Isidro Castro Santiago, El Ray, integrante del CJNG, quien fue asesinado en octubre de 2019.

Hace unos días fue detenido, Francisco Javier Rodríguez Hernández, conocido como El Señorón o El XL, identificado. Según las autoridades, este hombre era de los principales generadores de violencia en la entidad, jefe del Cártel Jalisco Nueva Generación y uno de los objetivos prioritarios del gobernador Cuauhtémoc Blanco.

De acuerdo con la Secretaría de Marina-Armada de México, se informó que en operación coordinada con la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO), la detención se llevó a cabo el pasado 29 de abril.

El Señorón fue detenido en el municipio de Mazatlán, en el estado de Sinaloa, por efectivos de la Marina por su presunta responsabilidad en diversos delitos.

Además de contar con varios laboratorios para la elaboración de droga sintética, se dice que Rodríguez Hernández distribuía en los municipios de Cuernavaca, Jiutepec, Puente de Ixtla, Amacuzac, Emiliano Zapata, Cuautla, y Cocoyoc, en el estado de Morelos.

Desde junio del 2021, la fiscalía general del Estado de Morelos había emitido una ficha de búsqueda, en la que ofreció una recompensa de 500 mil pesos para quien aportara información para su localización y ulterior aprehensión.

La situación de seguridad en Morelos es crítica y se pude descomponer aún más.

Esta columna forma parte de un trabajo periodístico, en el cual se analiza la seguridad en los estados de la República Mexicana.