Carlos Olivares Baró

La elegancia lírica de Kenny Barron

LAS CLAVES

Carlos Olivares Baró*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Carlos Olivares Baró
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Kenny Barron (Filadelfia, Pensilvania, 9 de junio, 1943): cumpleaños 79 del gran pianista estadounidense del post bop, heredero de Thelonious Monk, Art Tatum, McCoy Tyner, Tommy Flanagan y Wynton Kelly. Elogiado por su elegancia lírica, despunta cuando integra el cuarteto de Dizzy Gillespie en los años sesenta. Ha trabajado con cientos de músicos de primera: Yusef Lateef, James Moody, Joe Henderson, Freddie Hubbard, Buddy Rich, Ron Carter, Chet Baker, Benny Carter, Stan Getz, Regina Carter y Ornette Coleman, entre otras figuras destacadas del jazz. Rigurosa formación pianística capaz de ejecutar un tema de aires funky y, asimismo, internarse con oficio en la sonoridad del free jazz.

Instrumentista poseedor de una técnica limpia y de refinado gusto: muy solicitado para sesiones de grabación en estudio y como acompañante en ensambles de variados formatos, sobre todo en duetos y tríos. Cercano a los pianistas cubanos por la utilización de montunos en las ejecuciones de temas que coquetean con el latin jazz (escúchese Freefall con Regina Carter). “Me place internarme en las concordias de los ritmos afrocubanos. Cuba es un país de una vigorosa escuela pianística con Gonzalo Rubalcaba o Chucho Valdés y otros jóvenes que he escuchado y me han impresionado gratamente”, ha dicho el autor del exitoso tema “Joanne Julia”.

Estilo imbuido en acotaciones desde espacios introspectivos en los solos de baladas y en suspensiones de sutiles apuntes armónicos. Apela también a acordes ejecutados con agresividad en los remates. Maestro de los contratiempos, se da el lujo de salirse de la estructura para regresar a ella, luego de breves pausas. Domina un vasto código de recursos, no tiene dificultad en adaptarse a diferentes contextos (post bop, funk, balada, free...) desde un imaginario refrendado por la inteligencia creativa.

En 1963 Dizzy Gillespie lo convoca, colabora con el trompetista hasta 1966. Después, forma parte de los grupos de  Stanley Turrentine, Freddie Hubbard, Jimmy Owens, Yusef Lateef, Milt Jackson, Jimmy Heath y Buddy Rich. Fundador en los 80 —junto a Charlie Rouse, Ben Riley y Buster Williams— del grupo SPHERE en tributo a Thelonious Monk con registro de los cotizados álbumes: Four for All y Bird Songs.

A finales de los 80, grabó con el saxofonista Stan Getz las placas Voyage, Anniversary y Serenity. En 1991 Getz y Barron actuaron en dúo durante cuatro noches continuas en el Café Montmartre de Copenhague: resultado, el popular y valioso fonograma: People time. Destacan sus producciones de los 90/2000: Wanton Spirit (1994) y Freefall (2001) con la violinista Regina Carter.

Escucho Freefall para celebrar los 79 años de Barron: desborde de ingenio en el entrecruzamiento de piano y violín con total naturalidad. Cohesión adyacente a una alegría sosegada en las franjas de la delicadeza y la cordialidad. Diez temas que transitan por diferentes recodos: pop, be bop, hard e insinuaciones country y free. Piezas suscritas por Barron (“Phantoms”, “A Flower” ...) y por Carter (“Shades of Gray”). Oídos atentos a “Fragile” (Sting), “Misterioso” (Monk), “Footprints” (Shorter) y “Freefall” (Barron/Carter). Eco que se despliega infinitamente en los espacios de la exquisitez instrumental.

Freefall
Freefall
Freefall
  • Artistas: Kenny Barron & Regina Carter
  • Género: Jazz
  • Disquera: Verve, 2001