Daniel Alonso

Sentimiento de culpa

ARQUETIPO FUTBOL

Daniel Alonso *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Daniel Alonso 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Quién lo diría, ahora los infames Pumas, onceavo lugar del torneo regular, le han dado la sal y pimienta a los cuartos de final del futbol mexicano. Hoy, la gran expectativa está en la guerra civil que hoy arranca en Ciudad Universitaria en punto de las 19:00 horas. En el campamento puma confían en una nueva hazaña, mientras que Santiago Solari suspira con alegría por la eliminación del gol de visitante, “el culpable” del fracaso anterior.

Antes de continuar con la euforia y pasión futbolera por nuestra Liga MX que hoy se desborda por los cruces emocionantes en el repechaje y el clásico Pumas-América, que hoy inaugura los cuartos de final, es mi deber moral volver a señalar el daño que le hace al futbolista de la liga mexicana las modificaciones actuales. Seguir con 12 clasificados de 18 participantes es un atentado a la palabra competitividad; la abolición del descenso y ascenso de Primera y Segunda división frena el desarrollo de los juveniles y de los proyectos emergentes que pueden sumar al futbol mexicano.

En ese sentido quién no puede coincidir con el entrenador americanista que desde hace unos días hace énfasis en lo “injusto” que es el futbol mexicano; aquí sólo valdría la pena preguntarse si el futbol es justo en general. ¿Acaso se reparten equitativamente los ingresos por transmisiones en las ligas europeas? Sólo queda reconocer que los magnates del futbol mexicano se llevaron nuevamente esta batalla; levantaron el raiting con los tres duelos que involucraron a tres de los equipos más populares del país, aunque únicamente fueron los extraordinarios Pumas de Andrés Lillini los que pudieron brincar la barricada del repechaje.

Del lado de los derrotados, sin duda alguna, el Cruz Azul; apenas hace cuatro meses todo era miel sobre hojuelas, hoy es tan sólo un suspiro melancólico. Suena desgarrador pero las verdaderas historias de amor tienen sus altibajos. Y siendo justos, Reynoso, su plantel y la afición celeste se merecen una tregua; fueron meses de emociones extremas: la eliminación escandalosa ante Pumas aún con Siboldi; el ansiado título, la inesperada eliminación en Concacaf ante Rayados; otra inverosímil derrota ante Pumas casi un año después y finalmente, la nueva goleada ante Monterrey para despedirse de la liga.

Ahora Juan Reynoso, la directiva, y los propios jugadores tendrán tiempo para profundizar en las debilidades dentro y fuera de la cancha. Hay temas como las renovaciones de jugadores que tienen que analizarse, ya que un equipo como Cruz Azul, no puede darse el lujo de perder a Orbelín Pineda y los 12 millones de dólares que costó como si se tratase de un volado en la calle. Lo ideal era trabajar su renovación o en su defecto, tratar de cerrar un traspaso para recuperar la inversión (o parte de ella). Y ojo, el menos culpable es el futbolista, que está en todo su derecho de buscar su progresión profesional.

¿Emocionarse con la liguilla después de uno de los torneos más aburridos de los últimos tiempos es motivo de sentir culpabilidad? Yo creo que sí; pero la tentación de un enfrentamiento como el de esta noche en C.U. es inevitable. Que sean los federativos y dueños del balón quienes deban preocuparse por la calidad de su producto, al final de cuentas, la gallina de los huevos de oro es de ellos.