David E. León Romero

Buen 2023 y mejor 2024

JUSTA MEDIANÍA

David E. León Romero*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
David E. León Romero
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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El 2023 ha sido un buen año para la economía mexicana. Probablemente, una de las agendas que mayor número de cuestionamientos generaba y se presentaba envuelta en un halo de incertidumbre al inicio de la presente administración era la económica.

No obstante, las determinaciones encabezadas por el Ejecutivo federal en combinación con otros elementos relevantes han provocado una economía estable y sólida, que atrae inversiones y que promete continuar con su tendencia en el ciclo que está por comenzar.

Los especialistas de la OCDE pronostican que nuestra economía crecerá un 2.5% en el 2024, después de haber registrado un crecimiento del 3.4% en el 2023. Entre las ideas que se desprenden de su análisis destaca que la solidez del mercado laboral reforzará el consumo, el crecimiento en la inversión pública en infraestructura y la privada en distintos sectores traerán consigo grandes beneficios, sumados a los que provocará la relocalización de las cadenas de suministro que tienen como territorio objetivo nuestro país.

Frente a los resultados de diversas economías y los desafíos y complicaciones por las que muchas de ellas atraviesan, el desempeño de la economía mexicana resulta alentador y promisorio. La misma organización prevé que la zona europea cierre el 2023 con un crecimiento del 0.6%, resultado de un conjunto de economías que todavía registran crecimientos negativos. Por encima del pronóstico de crecimiento de la OCDE para el 2024 se encuentra el 3.7% expresado en días pasados por la gobernadora del Banco de México y exsubsecretaria de Hacienda, Victoria Rodríguez. Importante también la voz del Fondo Monetario Internacional que declara a nuestra economía como una en plena expansión y que moderará su crecimiento en el 2024.

Sin duda alguna seguiremos dependiendo del comportamiento de otros mercados, en especial de nuestro socio comercial más importante y vecino del norte, y deberemos enfrentar retos tan o más complejos que aquellos que encaramos en el 2023, como la delicada situación de la petrolera mexicana Pemex.

Si bien el concierto de analistas y especialistas coinciden en que las principales variables como el tipo de cambio, la inversión extranjera, la inflación y la llegada de divisas se proyectan de manera satisfactoria, despierta incertidumbre y preocupación la gestión del déficit presupuestal y la deuda que éste provoca.

A algunos actores les preocupa el desempeño económico en un año electoral; sin embargo, la fortaleza institucional de la cual goza nuestro país resulta una garantía de procesos democráticos, transiciones ordenadas y comienzos de gobierno prometedores. El nuevo gobierno enfrentará retos importantes y deberá tomar decisiones difíciles. Será momento de seguir trabajando en políticas macroeconómicas prudentes, incrementar el acceso al financiamiento, mejorar la educación y fortalecer la infraestructura y la disponibilidad energética preferentemente proveniente de fuentes renovables.

El 2024 estará encabezado por una mujer en el Gobierno y será momento perfecto para impulsar de manera mucho más decidida la participación de ellas en el mercado laboral y en la vida nacional. El 2024 será un buen año para México.