Hallazgo doloroso

JUSTA MEDIANÍA

David E. León Romero
David E. León RomeroLa Razón de México
Por:

La mujer dormida solía vestir de blanco y con el paso de los años ha cambiado radicalmente el color de sus atuendos. La conmemoración del Día Internacional de la Tierra el pasado 22 de abril coincidió con un doloroso hallazgo: la extinción del glaciar de Ayoloco, que solía ubicarse cercano a la cima del volcán Iztaccíhuatl.

El doctor Hugo Delgado, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, alpinista y amante de los volcanes, acompañado de un grupo de especialistas, colocó en el sitio una placa de acero que hace constar el doloroso suceso, que tiene inscrito el siguiente texto: “A las generaciones futuras: Aquí existió el glaciar Ayoloco y retrocedió hasta desaparecer en 2018. En las próximas décadas los glaciares mexicanos se extinguirán irremediablemente. Esta placa es para dejar constancia de que sabíamos lo que estaba sucediendo y lo que era necesario hacer. Sólo ustedes sabrán si lo hicimos.” La mujer dormida, difícilmente volverá a vestir de blanco.

En esta misma fecha, se llevó a cabo la Cumbre de Líderes sobre el Clima, con la participación de 40 dirigentes de diferentes naciones, que agrupan entre ellas el 80 por ciento del total de las emisiones contaminantes del planeta, destacando los presidentes Andrés Manuel López Obrador, Joe Biden, Vladimir Putin y Xi Jinping. El centro de las intervenciones fue el cambio climático y las acciones que cada nación está tomando y tomará para hacerle frente.

México históricamente ha destacado en el concierto internacional por su liderazgo y esfuerzo para privilegiar el medio ambiente a través del desarrollo sustentable y en algunos casos regenerativo. La presente administración no ha sido la excepción. Sin embargo, el esfuerzo que juntos, sociedad y Gobierno hacemos, debe redoblarse. La placa metálica en Ayoloco donde antes había hielo debe sacudirnos para generar acciones que nos permitan reducir de manera drástica nuestras emisiones contaminantes.

La placa instalada por Delgado lanza una poderosa y certera sentencia: sabemos lo que está sucediendo y sabemos lo que se tiene que hacer. Sin embargo, a todas luces nos estamos quedando cortos. Por supuesto que las instituciones que conforman los gobiernos municipales, estatales y el federal, tienen mucho por hacer; sin embargo, resulta mucho más relevante la suma de acciones que algunos ciudadanos podemos realizar. No todos generamos el mismo impacto ambiental, es decir, la misma huella de carbono; por lo mismo y aunado a la disparidad en los niveles de bienestar de nuestra población, no todos podemos realizar el mismo esfuerzo en pro del medio ambiente; sin embargo, existe un gran sector de la población que puede generar la diferencia.

El objetivo debe ser vivir de manera mucho más consciente, para con ello moderar nuestras dinámicas de consumo y utilización de recursos, bienes y servicios, que se traducen en mayor o menor deterioro ambiental. Si no hacemos algo pronto y de manera conjunta, la colocación de placas metálicas como la de Ayoloco podría convertirse en un elemento a utilizar en cada activo ambiental perdido.