Crimen y energía

Desde las Cloacas

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Esta semana, al aceptar la renuncia de Javier Jiménez Espriú a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el Presidente López Obrador habló sobre su interés por militarizar los puertos del país:

“Ahora ya no son los plantíos de mariguana, de amapola... ya no es destruir estos plantíos, ahora son estas drogas sintéticas donde se lleva a cabo un proceso químico para crear estas dosis que son peligrosísimas para los jóvenes”, comentó en un video.

En ocasiones se nos olvida, pero hay que recordar los cambios cualitativos en el modelo criminal que se han dado en nuestro país durante los últimos años. Tiene razón el Ejecutivo federal, ya no se trata sólo de los plantíos de enervantes, el crimen tiene ahora nuevas líneas y modelos de negocio.

Sólo basta mirar a Guanajuato, un estado en el que la violencia se ha desatado calle a calle. Las causas, además del trasiego de drogas, son el jugoso negocio que representa el robo de combustible, también conocido como huachicoleo.

Los cárteles de Santa Rosa de Lima y su antagonista, el Jalisco Nueva Generación, no son los primeros en poner los ojos en el mercado de los energéticos.

Guadalupe Correa-Cabrera, profesora de la Escuela Schar de Política y Gobierno en la Universidad de George Mason, en Virginia, Estados Unidos, lo documentó profundamente en su libro Los Zetas Inc. Corporaciones Criminales, Energía y Guerra Civil en México.

En ese extenso reportaje, Correa-Cabrera expone el inicio de toda esta “guerra por los hidrocarburos” —con la que se benefician no sólo cárteles de la droga— y cómo debido a esto, crecieron los problemas en Tamaulipas, principalmente en la última década en nuestro país.

Hoy vemos que Guanajuato (donde se encuentra la refinería de Salamanca) y otros estados donde se han detectado yacimientos y reservas estratégicas de hidrocarburos están entrando en una dinámica violenta entre cárteles que se disputan la participación en este mercado.

Tiene razón el Presidente, ya no se trata sólo de los plantíos de enervantes, pero, a la par de la guerra contra las drogas, ¿inició ya la guerra por los hidrocarburos? Y más importante aún: ¿cuál es la estrategia?

En el baúl. El Presidente López Obrador nombró a Rosa Icela Rodríguez como nueva coordinadora general de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).

La funcionaria federal, de formación periodista, se desempeñaba hasta ahora como secretaria de Gobierno de la Ciudad de México y es un caso especial, pues sobrevivió a cuatro administraciones locales. Su lealtad al proyecto del tabasqueño se ha visto recompensada en un Gobierno que hoy más que nunca busca eso, lealtades más que expertiz.