La otra marcha

DESDE LAS CLOACAS

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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E l próximo domingo habrá un desfile en Reforma. Miles de simpatizantes intentarán emular lo que la sociedad civil hizo el pasado 13 de noviembre.

Convocados por el líder de la llamada Cuarta Transformación, el Presidente Andrés Manuel López Obrador, los grupos afines al gobierno tomarán la avenida más importante de la capital del país como en aquel 2006, para, no sólo “defender” la administración tabasqueña, sino también para legitimarla. ¿De qué la quieren defender? De los conservadores, ha dicho el inquilino de Palacio.

Será un desfile conmemorativo, no de la Revolución, sino de la epopeya que el tabasqueño ha logrado —insiste él mismo— gracias a los pobres de este país. Igualito que cuando el PRI.

¿Quiénes asistirán? No sólo simpatizantes, también estarán ahí los beneficiarios de programas sociales. Los de Sembrando Vida, los de Jóvenes Construyendo el Futuro, los Adultos Mayores, etcétera.

Otros que tendrán que asistir —más que por voluntad, por obligación— son los trabajadores de las alcaldías gobernadas por Morena, también los de la administración capitalina y los de los municipios aledaños, a quienes, por cierto, se les ha sugerido cordialmente que no falten o le hagan el vacío al máximo líder, porque además se pasará asistencia.

Verá desfilar carros, no alegóricos, sino de acarreados de distintas partes del país que llegarán “espontáneamente” desde un día antes, a las inmediaciones del Ángel de la Independencia en Paseo de la Reforma.

También estarán ahí varios líderes políticos y, por supuesto, las “corcholatas”, que no pueden faltar porque acuérdese que el que se mueve no sale en la foto. En este desfile de la lealtad a ciegas para “ya saben quién” los que aspiran al 2024 quizás sean los más importantes. Será un buen momento para medir el pulso de sus aspiraciones y un termómetro para comparar popularidad a ras de suelo.

Así como en los grupos de WhatsApp donde no importa quiénes están, sino quiénes no, también será un desfile que evidenciará a quienes se han hecho a un lado, a los vapuleados por el mismo Gobierno, a los exfuncionarios públicos que dejaron sus puestos al empezar o recientemente, porque la administración sencillamente no fue lo que pensaban.

No asistirán, desde luego, los mexicanos que, ajenos o no a la política, lo que quieren es ver a un Gobierno que resuelve el tema de la violencia, la inseguridad, la falta de medicamentos, los feminicidios, etc… Ciudadanos de a pie, que trabajan duro todos los días y no malgastan energía ni vida en organizar o asistir a manifestaciones en apoyo de un líder.

Por supuesto, tampoco estarán los empresarios, como don Carlos Slim, que más que por la edad, imagínese el oso que haría al asistir a una movilización “politiquera”, como las llama el inquilino de Palacio.

Quien sí asistirá será este Duende que le escribe, porque el oficio periodístico y mis “antenitas de Villamil”, jajaja, me indican que hay que estar en el lugar, para contarle a usted el próximo lunes lo que se vio y lo que no se vio del regreso del tabasqueño a las calles, y sí, nuevamente en convocatoria abierta como en sus viejos tiempos.

Basta por hoy, pero el próximo lunes… ¡regresaréeeeeeeee!