Guillermo Hurtado

El destino de Alejandro Moreno

TEATRO DE SOMBRAS

Guillermo Hurtado*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Guillermo Hurtado
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Por:

Algunos piensan que el destino de Alejandro Alito Moreno ya está sellado: desafuero, juicio y cárcel. Lo ven como un cartucho quemado de la política nacional. Sin embargo, la vida da muchas vueltas y no hay manera de predecir el futuro.

La semana anterior, la coalición Va por México refrendó su alianza electoral y brindó su apoyo incondicional al líder del tricolor. “Si tocan a unos tocan a todos”, advirtieron. Dando por sentada la inocencia de Moreno de cualquiera de los cargos que se le imputan, los integrantes de la alianza señalaron que se he emprendido una persecución política en contra del líder del PRI. Nada romperá la alianza, enfatizaron. Su misión es salvar a México de la autocracia.

La fortaleza de Moreno dentro de su partido fue manifestada por Rubén Moreira, coordinador de la bancada tricolor, quien aseguró que los 70 diputados federales del PRI respaldan a la dirigencia nacional. Este mensaje tenía dos destinatarios: primero, el Gobierno morenista y, segundo, el grupo de expresidentes del PRI que, en el mes pasado, habían pedido la renuncia de Moreno. No está de más que recordemos los nombres de ese grupo que intentó, sin éxito, la salida de Moreno: Claudia Ruiz Massieu, Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones, Carolina Monroy del Mazo, Pedro Joaquín Coldwell, César Camacho, Roberto Madrazo, Dulce María Sauri, Humberto Roque Villanueva y Miguel Ángel Osorio Chong. La lista es impresionante. Ni todos ellos juntos pudieron contra Moreno.

Todo parece indicar que el ataque a Alejandro Moreno no sólo no lo ha debilitado al interior de su partido y de la alianza partidista, sino que, paradójicamente, lo ha fortalecido al grado de que podemos decir que, hoy por hoy, él es la figura más vigorosa dentro de la oposición.

El protagonismo de Moreno se hizo evidente durante la celebración de la derrota de la Reforma Eléctrica en el pasado mes de abril. Desde entonces, dio la impresión de que él es quien tiene la posición predominante dentro del grupo de los tres presidentes del PRI, el PAN y el PRD. Para emplear una conocida frase latina, Alejandro Moreno parece ser el primus inter pares.

Por lo anterior, no podemos descartar que la ambición categórica de Alejandro Moreno de ser el candidato de la Alianza a la Presidencia de la República en 2024 se haga realidad. De ser un villano más del régimen anterior, Moreno se ha ido redefiniendo como una víctima del régimen actual. Además, la atención mediática que ha recibido en las últimas semanas, lo coloca por encima de los demás aspirantes a la candidatura opositora.

Todas éstas son conjeturas, por supuesto. Habrá que esperar hasta 2024 para saber si fue un error fatal que la Alianza haya cerrado filas con Alejandro Moreno o si, por el contrario, fue su primer paso hacia la victoria.