Héctor Badillo

La marihuana una industria rentable y difícil de controlar

DESDE EUROPA

Hector Badillo
Hector BadilloLa Razón de México
Por:

Por fin se abrieron las puertas a un debate necesario cuando esta semana el Senado de la República comenzó un proceso para despenalizar el consumo de la marihuana en México para uso recreativo, medicinal, científico e industrial. Es un primer paso para acabar con el estigma que existe hacia el cannabis y lo que podría transformarse en un duro golpe para las bandas criminales que lucran con la prohibición de estas drogas suaves.

Si se concreta la legalización de la marihuana en México, como todo hace parecer, todavía hay un camino largo por recorrer, mucho trabajo por delante y un proceso complejo que irá transformándose conforme se vaya regulando el mercado de este negocio millonario. Nuestro país lleva años de atraso a diferencia de otras naciones que tienen décadas tratando el tema de la legalización de esta droga y aún siguen maniobrando entre leyes contradictorias, normas confusas y un negocio prolifero que produce una importante cantidad de impuestos.

Con la Ley Federal para la Regulación de la Cannabis México podría formar parte del selecto grupo de países que han despenalizado el consumo de esta planta y puede tomar ejemplo de naciones como Holanda, España, Portugal, Reino Unido, Canadá y Estados Unidos, las cuales llevan un buen tramo recorrido del camino que puede servir para orientar a nuestros gobernantes a definir leyes, normas, permisos y acciones preventivas ante la fuerte demanda de marihuana que hay en todo el mundo.

El primer paso y uno de los más importantes es informar a la sociedad sobre el consumo de la marihuana. Cuáles son sus efectos, sus beneficios y perjuicios, que le pasa al cuerpo cuando se consume esta droga y como se puede utilizar en distintas industrias, no sólo para el consumo recreativo. En los Países Bajos, una de las naciones más avanzadas en la regulación del consumo de cannabis, existe un programa en la televisión pública, conducido por jóvenes, que hablan sin censura de los distintos tipos de droga que existen, experimentan su uso y hablan de las consecuencias negativas de todo tipo de estupefacientes, también informan que se debe hacer en caso de una situación de emergencia por su consumo.

Un programa con esas características podría parecer una locura para nuestra sociedad mexicana, pero se debe empezar con un plan educativo adecuado para cada audiencia y eliminar el estigma que existe hacia esta planta. La realidad es que el consumo de drogas en México existe. Jóvenes y adultos las utilizan y cualquier persona puede tener acceso a todo tipo de estupefacientes a pesar de la prohibición actual. Lo triste de esta realidad es que la violencia y la sangre que se genera por las bandas del narcotráfico lo sufren países como el nuestro que se mantiene envuelto en una guerra absurda contra un monstruo imbatible de mil cabezas.

Tras la educación viene la prevención ante la adicción que puede generar el consumo de la marihuana y otros problemas mentales que, según estudios, el consumo del cannabis puede propiciar. Mientras tanto comienza uno de los rubros más complejos, la regulación de la industria como tal, cómo se va a producir, comercializar, vender y cómo evitar que este mercado siga en manos del crimen organizado. Elementos que ni en países que llevan años legalizando la marihuana han podido resolver.

Dese mi punto de vista, hablar sobre la legalización de las drogas le daría una ventaja al Estado para controlar la comercialización, la distribución, la posesión, el consumo y la calidad del producto, además de quitarle de las manos un negocio millonario a las bandas criminales que mantienen secuestrado a nuestro país. No debemos tenerle miedo a este debate, al contrario, debemos discutir los pros y los contras sobre la legalización y estudiar a fondo lo que ha sucedido en otros países que han sabido manejar este negocio altamente lucrativo que en manos equivocadas es un arma destructiva que golpea ferozmente a las sociedades.