La democracia no se toca

Jacqueline Peschard, José Woldenberg y Carmen Aristegui estuvieron en días recientes en la presentación del más reciente libro de Lorenzo Córdova y Ciro Murayama, titulado La democracia no se toca. Tanto un libro como una convocatoria de lo más pertinentes y oportunos.

Sabemos que Córdova y Murayama —presidente y consejero electoral ante el Consejo General del INE—, dos extraordinarios funcionarios públicos, suelen caracterizarse, además, por ser rigurosos investigadores. Sus textos —individuales o en coautoría— que preceden a este nuevo libro, dan cuenta de la solidez de sus contribuciones académicas. 

Como ya he dicho, el texto que presentan ahora no puede ser más oportuno. Pensado y confeccionado desde hace unos meses, uno de los principales valores del libro reside, en palabras de José Woldenberg, en su carácter pedagógico. En efecto, es un libro de muy ágil lectura, acompañado de imágenes, recuadros, frases e “ideas fuerza” que acompañan, en un diseño muy atractivo, los temas desarrollados en su introducción y sus nueve capítulos. El libro se completa con un epílogo y un post scriptum, un breve apunte que alertaba sobre lo que se sabía en aquel momento de cierre de edición para la impresión del libro, en diciembre de 2022, sobre el fracaso en el intento de aprobación de una reforma constitucional y la aprobación, por la Cámara de Diputados, del paquete de leyes de la Reforma Electoral. 

El libro no solamente describe, de forma didáctica, la complejidad que representa hacer elecciones hoy en México; sirve también como una fuente histórica de consulta, para que cualquiera pueda comprender de dónde venimos, por qué nuestra historia de transición a la democracia resulta tan peculiar, y el cuidado que, distintas generaciones de mexicanos, hemos tenido para consolidar nuestra aún joven democracia. 

Como señaló Jaqueline Peschard, es una revisión de los retos que enfrenta la democracia electoral actual. No es una aseveración menor. A lo largo del texto, Murayama y Córdova argumentan con precisión cómo se ha construido, sólida y colectivamente, la democracia mexicana. Es muy ilustrativa la manera en que se describen los diversos ámbitos en los que los embates a esta forma de gobierno, afecta a toda la sociedad. 

También es relevante reseñar el evento de la presentación. En un auditorio abarrotado, la composición del público asistente es digna de destacarse: personal del instituto, medios de comunicación, líderes de opinión, integrantes de organizaciones civiles, estudiantes, académicos, militantes y dirigentes partidistas, familias y ciudadanos en general. Un mosaico plural de asistentes, pues, además de transmisión en vivo del evento por Internet y fuerte resonancia en redes sociales; y todos con la convicción de defender la democracia y a la más importante de sus instituciones insignia, el INE. 

Cierro con una frase que se utilizó para mampara en el escenario del evento. La sentencia de Murayama no podría ser más nítida y precisa: “La democracia vale; el autoritarismo cuesta”. Ojalá se sucedan muchas más presentaciones de este indispensable libro para informar, concientizar y elevar el debate, de cara a la regresiva Reforma Electoral que pende, como espada de Damocles, sobre la democracia mexicana.