Josefina Vázquez Mota

Día Nacional de la Paz

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Josefina Vázquez Mota
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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La paz no es la ausencia de la guerra, en México afortunadamente no estamos en guerra, pero no vivimos con paz, con tranquilidad, con certeza, tampoco hablamos con los vecinos y no podemos hacer cadenas de amor o de empatía, porque tenemos miedo.

Cuando hay miedo, hay menos respaldo a la democracia, menos empatía y confianza; menos disposiciones a construir acuerdos y dialogar, menos confianza en el otro y se respetan menos los derechos.

Las y los niños piden ser libres para salir a jugar a las calles y conocer a otras personas; mientras que los campesinos piden cultivar la tierra sin ser extorsionados.

Frente a ello es urgente y necesario fomentar y recordar algo tan importante como la paz, por ello es que presenté en el Senado un dictamen para celebrar el Día Nacional de la Paz cada 13 de octubre, como un recordatorio de la importancia que tiene ser constructores de paz.

Un día en que se lleven a cabo actividades que fomenten los valores de la tolerancia, la armonía, la ayuda mutua y por supuesto, la paz. Un día en donde haya un México sin candados, cerrojos o miedo, donde las madres no busquen a sus hijas e hijos, ni los hijos e hijas busquen a sus madres y padres, donde no hayan feminicidios contra niñas y mujeres.

Ante los diferentes tipos de violencia que se viven día a día como la familiar, la provocada por la delincuencia organizada, la violencia de personas que se sienten empoderadas frente a otras a las que vulneran sus derechos, es necesario construir paz, ser empáticos con las víctimas, no con los victimarios, a quienes se les debe aplicar la ley, porque sin justicia no hay paz.

Es importante e indispensable que los tres Poderes de la Unión, los organismos públicos constitucionales, la iniciativa privada y la organización civil, en sus respectivos ámbitos de competencia, lleven a cabo actividades que fomenten los valores de la tolerancia, la paz y la ayuda mutua.

Si bien la ONU estableció el Día Internacional de la Paz, es importante que en México tengamos un Día Nacional de la Paz, un 13 de octubre, que es cuando el doctor Alfonso García Robles recibió el Premio Nobel de la Paz, y así impulsar la cultura de la paz.

Cuando las niñas y los niños nacen, nacen sin conocer el odio y sin conocer el amor, y de nosotros dependerá cuál es la ruta que recorrerán, ser constructores de la paz o ser destructores de la misma.

Ya lo decía Nelson Mandela: “Ninguna niña, ningún niño nacen odiando a otra persona por el color de su piel, por su origen, por su religión”.

Queremos paz porque lo merecemos. La paz hoy parece una utopía. Yo sinceramente prefiero abrazar esa utopía que creer que México jamás volverá a vivir con paz, que creer que nosotras y nosotros jamás volveremos a vivir sin miedo.