El INE no se toca

Defender al INE, es defender la democracia, es defender nuestras libertades, nuestro voto, nuestra voz; es defender los órganos autónomos que tanto bien le hacen a un país demócrata.

Defender al INE no es defender partidos políticos, ni expresidentes, ni ideologías, ni ricos, ni conservadores; defender al INE es defender la libertad de elegir a nuestros gobernantes, es hacer valer nuestros derechos políticos y ciudadanos.

Quienes afirman que el INE protege a los “adversarios” del régimen, están errados, porque el INE, aunque no guste, no está al servicio de nadie en específico, pero sí al servicio de todas y todos los ciudadanos.

Aquellos que señalan, critican y pretenden cumplir caprichos sin pudor, como centralizar al INE y al Tribunal Electoral por medio de una reforma, hasta hoy no han rechazado los triunfos electorales en donde el partido mayoritario ha ganado, empezando por la Presidencia de la República, por lo que es incongruente que cuando los resultados electorales los favorecen, el INE es un buen árbitro y está a favor de la democracia, pero cuando no, entonces es el enemigo número uno.

Lamento y repruebo el papel que juega la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), al defender una Reforma Electoral que mucho daño hará a nuestro sistema democrático. Habría que recordarle a su titular, que el organismo que encabeza es autónomo como el INE.

Quienes votamos en contra de que la actual titular de la CNDH quedara al frente del organismo, advertimos que éste sería cooptado por el Gobierno federal, y que dejaría de ser autónomo para estar al servicio del régimen.

Hoy, la CNDH ha olvidado su principal función, defender los derechos de las y los ciudadanos, para convertirse en defensor de los intereses de un régimen, de los intereses de unos cuantos, de los caprichos de un solo hombre y de la centralización del poder.

La CNDH ha callado cuando de feminicidios se habla, cuando de agresiones a periodistas y defensores de derechos humanos se habla, pero sí ha salido en defensa del régimen y de los deudores alimentarios, sin importar que éstos violenten derechos.

Se le olvida a la CNDH que su creación fue gracias a la lucha que se dio y se ha dado por años contra la centralización del poder, y que su origen obedece a arrebatarle al régimen en turno lo que corresponde a los ciudadanos, sus derechos y libertades, entre las que se encuentran elegir a sus gobernantes de manera libre y secreta.

Por eso, yo defiendo al INE y me sumo a todas las voces que así lo hagan, porque defender al INE es impedir que el régimen en turno tenga el control absoluto de nuestra democracia, pero, sobre todo, que sea o pretenda ser el árbitro electoral, permitirlo es regresar al pasado, es regresar al régimen autoritario que ya vivimos y que mucho daño hizo al país.

Por eso convoco a todas y todos los ciudadanos a defender al INE, a impedir el fin de nuestra democracia, a hacer un frente común a favor del instituto. Hoy, los invito a defender nuestros derechos y nuestras libertades, vayamos juntos por un México demócrata.