Josefina Vázquez Mota

Cuando se rompe el techo de cristal

SIN MIEDO

Josefina Vázquez Mota*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Josefina Vázquez Mota
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Cuando se rompe el techo de cristal en una institución pública o privada las mujeres nos sentimos orgullosas de los pasos dados; lograrlo nos lleva años, décadas, y eso es justamente lo que nos hizo sentir que el Poder Judicial por primera vez en la historia de México sea encabezado por una mujer, la ministra Norma Lucía Piña Hernández.

Y no sólo nos sentimos congratuladas porque una mujer sea la nueva presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), sino porque se trata de una mujer de carrera, una mujer preparada, capacitada y con un gran historial.

Hecho que me parece extraordinario, porque una vez se comprueba que una mujer no llega a un puesto de toma de decisiones por el simple hecho de ser mujer, sino por sus habilidades, fortalezas, méritos y formación.

Leí en la columna que recién escribió la ministra presidenta en el periódico Excelsior, que en su nueva oficina se percató que “en la galería (de los presidentes de la SCJN) no hay retratos femeninos”, lo que le significa una doble responsabilidad, pues “al ser la primera mujer que ocupa este cargo, las represento a ellas”, y así es.

Esa misma sensación tuve cuando encabecé la Secretaría de Educación y de Desarrollo Social, en ambas galerías no había retratos de mujeres, mis antecesores eran hombres, aun cuando las mujeres ya estábamos en la política y la ejercíamos. Lo mismo en la coordinación parlamentaria del PAN en la Cámara de Diputados.

Romper el techo de cristal tiene una doble responsabilidad como bien lo dice la ministra presidenta, porque somos la representación de miles de mujeres, no sólo de nuestro ámbito, sino de todas aquellas que diariamente trabajan para ocupar una presidencia, una dirección, una coordinación, una secretaría, un espacio en donde haya toma de decisiones.

Ser la primer mujer en un cargo de toma de decisiones no es tan fácil como parece, no porque no estemos capacitadas, sabemos de antemano que haremos un trabajo más que excelente, sino porque las miradas estarán puestas en nosotras y porque seremos juzgadas con doble filo, por ser mujeres y por nuestro desempeño, hecho que no sucede con los hombres.

Romper el techo de cristal es también enfrentarte a resistencias, y es que, aunque usted no lo crea querido lector y lectora, todavía hay hombres que debido al pensamiento machista y misógino no comparten que una mujer pueda encabezar un alto cargo, no creen que una mujer pueda tomar decisiones, hay quienes siguen pensando que una mujer debe consultarlos para poder decidir porque no somos capaces de ello.

Por eso hoy convoco a todas las mujeres y hombres a seguir impulsando la igualdad, la equidad y la pluralidad, pero sobre todo, a seguir rompiendo techos de cristal.

Hoy como nunca estamos abriendo brecha, el movimiento femenil, como dicen, “ya nadie lo detiene”, es el tiempo de las y para las mujeres. Son tiempos de dejar en claro que no ocupamos puestos de toma de decisiones sólo por ser mujeres, sino porque somos capaces de decidir, definir y de romper techos de cristal. Enhorabuena para la ministra presidenta Norma Piña.