Mauricio Flores

Que ganó Toledo sobre Villalobos

GENTE DETRÁS DEL DINERO

Mauricio Flores
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El único sector de la economía que resultó resistente a la recesión económica y la pandemia Covid-19 fue el primario, donde las actividades agropecuarias no sólo mantuvieron el suministro de alimentos en la mesa de los mexicanos sino además exportaron productos por 10,541 millones de dólares, el nivel más alto en casi tres décadas dada la continuidad de las políticas de promoción y fomento desde la Secretaría de Agricultura que aún lleva Víctor Villalobos.

A pesar de los recortes presupuestales que enfrentó la Sader, los esfuerzos para lograr más con menos y la coordinación directa con los productores agrícolas, ganaderos y pesqueros, se obtuvieron soluciones tecnológicas que permiten alimentar a 120 millones de personas… lo cual sería bajo el modelo de “agroecología” que de manera radical pretende imponer el grupo político al que pertenece el titular de Semarnat, Víctor Manuel Toledo.

Sin embargo, todo indica que ese grupo ambientalista radical ganó la última partida (sobre la autorización o no a la importación de glifosato como herbicida) sobre Villalobos quien, se sabe, presentaría su renuncia en los próximos días.

De hecho, las acciones de Villalobos para elevar la productividad son cuestionadas desde el interior de la Sader a través del subsecretario de Alimentación y Competitividad, Víctor Suárez Carrera.

Vaya, las acciones de Suárez Carrera han sido denunciadas por Bosco de la Vega, presidente del Consejo Nacional Agropecuario, como actos deliberados para desmantelar el sistema agroalimentario. Y desde el CCE, que encabeza Carlos Salazar, se considera que las posiciones de Suárez Carrera empatan plenamente con la cruzada del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, contra los alimentos industrializados.

Pero retomar técnicas antiguas para una producción necesariamente masiva elevaría los costos a los consumidores y se perdería la soberanía alimentaria que México construyó en tres décadas. Veremos qué sucede.

Yucatán, apuesta limpia. Aunque los lineamientos federales se inclinan por la producción de combustibles fósiles, en Yucatán se renovó la apuesta para las fuentes renovables con la inauguración del Parque Eólico Progreso en el que Energías Renovables de la Península, a cargo de Benigno Villarreal, invirtió 155 millones de dólares para generar 300 gigawatt hora por año, con el que se evitarán emisiones a la atmósfera de 181 mil toneladas de dióxido de carbono. Con éste, ya son 5 parques eólicos en la entidad que aportan casi la mitad del consumo eléctrico de los yucatecos (similar a lo que sucede en Alemania o Dinamarca), pero dado el apoyo del Gobierno de Mauricio Vila vienen otros 24 proyectos para producir 3,400 megawatts con inversiones por 4,500 millones de dólares. Vaya, no en vano Vila es el gobernador con mayor aprobación del país.

Escuela del miedo. Hoy reinician operaciones 997 pantallas de los complejos de Cinemex, Cinépolis e independientes (Cinemanía, Tonalá, The Movie Company) a 30% de su capacidad y con un horario de 10 a.m. a 8 p.m. Las firmas que dirigen Rogelio Vélez y Alejandro Ramírez tienen diseñados estrictos protocolos de sanidad (con un promedio de 3 funciones diarias) y comienza la tarea más compleja: lograr que el público pierda el miedo y ofrecer películas atractivas. De ahí la relevancia de Ánima Estudio, que dirige Fernando de Fuentes, se la juegue en este momento y lance Escuela del Miedo, así como Videocine, de Rodrigo de Pedro, con Escuela de Seductores, Amores Modernos y Fuga de Pretoria, de Cinépolis, y La Cacería de Universal. Los estrenos de Hollywood esperarán para cuando las salas puedan abrir a 60% de su capacidad.