Refinación, éxitos y retos

Así como es necesario criticar las erróneas y erráticas acciones del Gobierno, también es necesario anotar los avances y con ello aquilatar los costos/beneficios involucrados. A contrapelo de otros proyectos de Andrés Manuel López Obrador, los datos de Pemex al mes de octubre del 2021 muestran un aumento anualizado de 30% en la producción diaria de gasolina y diésel respecto a 2020.

Ello refleja una rápida respuesta al crecimiento de la demanda tras el confinamiento por Covid-19. Cierto que las ventas internas de dichos combustibles están aún 20% debajo de los niveles prepandemia, pero no menos cierto es que la estrategia de la secretaria de Energía, Rocío Nahle, registra avances volumétricos a partir de la rehabilitación y reparación de las refinerías en operación: en 2018 las importaciones efectuadas por Pemex representaban el 86% de sus ventas del mercado doméstico y empezaron a reducirse al 69% en 2019; pero en octubre de 2021 —por primera vez en muchos años— las importaciones dejaron de ser las más relevantes para el consumo interno, pues representaron 46.8% del total conforme a las estadísticas de la empresa, a cargo de Octavio Romero.

La conclusión es que progresivamente se revierte la dependencia de las importaciones, y que ahora viene el trecho más relevante: elevar de manera sostenida la producción nacional de gasolina hasta cubrir 87% de la demanda local 100% la de diésel en 2023… y para lo cual será fundamental el inicio de operaciones de Dos Bocas y lograr la reparación exitosa de las otras 6 refinerías.

Con el éxito volumétrico de combustibles a la vista, es preciso comparar el ahorro de divisas, el subsidio al consumo y la inflación, la inversión realizada en rehabilitar y ampliar el tren de refinación en México y, por supuesto, la demanda futura de combustibles que impactan directamente en el cambio climático global.

El secreto de la TUA de Volaris en Santa Lucía. De acuerdo a la información oficial de la terminal aérea de Santa Lucía, a cargo de Isidoro Pastor —en manos de quien esto escribe—, el cobro de la Tarifa Única Aeroportuaria es de 245 pesos en vuelos nacionales (y de 465.77 pesos para los internacionales, nada más que los haya). Y a partir de aquí empiezan las interrogantes. Volaris, que dirige Enrique Beltranena, anunció sus dos vuelos con una TUA nacional de 120 pesos, así que sólo hay de tres sopas: a) asumirá en sus costos una diferencia de 125 pesos de TUA por pasajero; b) lo derivará en el precio del boleto; c) llegó a un acuerdo específico con Sedena. Luego, Viva Aerobus, al mando de Juan Carlos Zuazua, anunció también sus dos vuelos con una TUA nacional de 285 pesos, en cada operación desde y hacia Santa Lucía, es decir, ligeramente por arriba de la tarifa oficial. ¿Los administradores militares se encajaron con 40 pesos más con esta aerolínea o hay otro tipo de estímulo? Y finalmente, sólo para las odiosas comparaciones: Santa Fantasía tiene una TUA 57% menor que el que cobra el AICM, de Jesús Rosano…, o sea que se ve muy lejos el plazo de recuperación de la inversión efectuada en la nueva terminal.

Delivery, al quite. Con una nueva ola de Covid-19 encima, la industria del delivery será la alternativa de normalidad y desarrollo. Conforme a la plataforma especializada Safeshopping México, la población posee una mejor cultura de protección sanitaria por lo que, ante la presencia de la variante Ómicron, la población acudirá a las plataformas electrónicas de entrega a domicilio. Según un estudio reciente elaborado por el especialista Víctor Carreón, el delivery contribuyó a evitar hasta 420,771 contagios, 78,498 hospitalizaciones y 35,899 defunciones.