Una mujer presidenta… ¿sororidad o traición?

GENTE COMO UNO

*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Imagen: La Razón de México
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Hoy, un día después de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, comenzaré diciendo que serlo en México es un reto inmenso; es una carrera de resistencia que no se acaba, hasta que todo se acaba…

Miles de mujeres marchan por 8M en la CDMX, ayer.
Miles de mujeres marchan por 8M en la CDMX, ayer.Foto: Cuartoscuro

En 85 días, México elegirá a la que será la primera Presidenta de la República de nuestra historia, en una elección donde además, el voto femenino será decisivo, con 51 millones 399 mil 566 mujeres inscritas en la lista nominal del INE, que son el 52% de los votantes registrados.

En este sexenio han sido 10 las mujeres gobernadoras de una entidad (Guerrero, Baja California, Colima, Estado de México, CDMX, Campeche, Tlaxcala, Aguascalientes, Chihuahua y Quintana Roo).

10, como el número de mujeres que asesinan diariamente en nuestro país sólo por ser mujeres.

En la elección del próximo 2 de junio y de acuerdo a los lineamientos del INE, debe haber al menos cinco candidatas mujeres para los nueve estados donde se renovarán gubernaturas.

Si las ganadoras resultaran ser ellas, ¿realmente representarán una esperanza para mejorar las condiciones en las que miles de mujeres sobreviven a ambientes de violencia y discriminación en esos estados?

La realidad es que no, porque la herida es demasiado profunda y en seis años no se cura…

El estado de Guanajuato, uno de los que ha reportado más violencia en este sexenio, presenta un panorama electoral inédito, con tres candidatas a gobernadoras, en las distintas fuerzas políticas que compiten.

Eso supone un triunfo para el género femenino en nuestro país, donde hace 71 años las mujeres apenas estaban ganando la batalla que les daría el derecho al voto.

En el ámbito deportivo, por ejemplo, uno de los más duros para las mujeres en México, prácticamente a codazos han logrado abrirse paso y destacar, sin rendirse, aun ante los embates de la discriminación y la falta de apoyos.

El futbol femenil mexicano ha dado saltos sorprendentes en los últimos tiempos, como el tricampeonato en los Juegos Centroamericanos y del Caribe y el oro histórico conseguido en los Juegos Panamericanos.

Triunfos ganados sin los mismos apoyos que sus compañeros futbolistas hombres, que sólo de sueldo se llevan hasta 150 veces más que ellas, en la misma liga.

Si ponemos como base el salario de jugadores hombres de la Liga MX, hablamos de 650 mil pesos al mes, contra 4 mil 500 que ganan algunas jugadoras mujeres.

Por eso digo que ser mujer en México es una prueba de resistencia, y de sobrevivencia a la estadística oficial que cuenta, del 1 de diciembre de 2018 al 31 de enero de 2024, 4 mil 817 mujeres muertas, víctimas de feminicidio, formalmente tipificado.

Mujeres asesinadas se reportan 18 mil 469 en lo que va de este sexenio y solo el 25.2% de esas muertes son investigadas como feminicidios.

La deuda es tan grande, como la indolencia con la que un juez que dejó libre al violador de una niña de 4 años, hace unos días en el Estado de México, causando la indignación del país entero. Porque es el reflejo de lo que pasa aquí.

En México la violencia institucional contra las mujeres puede ser tan grande, como la descrita por la joven Jaqueline, de 16 años de edad, cuyo desgarrador testimonio, difundido esta semana en redes sociales, da cuenta de cómo una autoridad judicial (Estado de México), pretende regresarla a ella y a su hermana con sus agresores, su madre y su tío que abusa sexualmente de ellas.

Siete de cada 10 mujeres en México viven situaciones de violencia, económica, sexual, física, psicológica y hoy política, claramente expuesta durante este proceso electoral.

El 2024 es un año decisivo para este México machista, que sigue amurallando las calles para la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

Porque alguien en un Palacio le tiene mucho miedo a la realidad, porque quema; desde las arengas que describen la incompetencia, hasta las cartulinas con fotografías de jóvenes desaparecidas que van marchando en manos de sus madres, que llevan la esperanza colgando como hilito de sangre.

El próximo 2 de junio México elegirá a su nueva presidenta, que será la responsable de hacer honor a su género intentando provocar un cambio, y no con más leyes, sino con resultados.

Será ella la que determine si su sororidad le alcanza para cambiar el rumbo de las mujeres mexicanas, de tantas niñas que hoy viven con un futuro incierto.

Será esa mujer quien tendrá la oportunidad de saldar una deuda histórica o traicionar a las mujeres mexicanas, una vez más.