Mónica Garza

Suponer no es resolver… es criminal frente al Covid-19

GENTE COMO UNO

Mónica Garza *Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Mónica Garza 
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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“Sí... amanecí ronco, me voy a hacer la prueba más tarde, pero yo creo que es gripe”, dijo el presidente López Obrador el pasado lunes, horas antes de anunciar su segundo contagio de Covid-19, esta misma semana en la que México rompió sus récords históricos de contagio.

Reducir el riesgo del virus, aun con las personas vacunadas, es la filosofía de muchos de sus colaboradores ante las diferentes advertencias de la pandemia, empezando por el subsecretario de Salud Hugo López Gatell quien insiste -imperdonablemente- en manejar la pandemia como si fuera precisamente “un catarro”, con resultados desastrosos y grandes consecuencias económicas.

Debo confesar que yo también pensé que se trataba de una gripa, en el caso de mi sobrina de 4 años, pero resultó ser una más en la estadística que Sipinna dio a conocer esta semana, sobre el aumento del 502% en los contagios de niños de 0 a 11 años, en 18 estados de la república sólo en los primeros 9 días de este 2022.

Los cuadros asintomáticos representan un peligro constante. Es fundamental saber con claridad si se ha contraído el virus y no andar “suponiendo”, como propone la autoridad sanitaria de la Ciudad de México: “asumirse como positivos si se presentan síntomas”… ¿En qué cabeza cabe?

El que aprendió la lección en esta pandemia sabe que la mejor manera de contener los contagios es la detección temprana a través de pruebas, como sostiene la Organización Mundial de la Salud y la ONU.

No se pueden tomar acciones ni conocer el impacto real del virus si no sabemos ¿cuántas personas están contagiadas?, como lo señala la Universidad Johns Hopkins que ha documentado el comportamiento del virus en todo el mundo.

En nuestro país actualmente las pruebas gratuitas están escasas y las disponibles en el sector privado alcanzan un costo que no todos pueden solventar en medio de una crisis económica.

Con alrededor de 40 mil contagios diarios, la variante Ómicron y su capacidad veloz de esparcirse ha sido ya demasiado costosa para las finanzas de distintos sectores, como el de la aviación, con la suspensión de cientos de vuelos por incapacidad médica de su personal, afectando a decenas de miles de usuarios locales y extranjeros.

Personas se realizan pruebas Covid en el Hospital Carlos MacGregor, en la alcaldía Benito Juárez.
Personas se realizan pruebas Covid en el Hospital Carlos MacGregor, en la alcaldía Benito Juárez.Foto: Cuartoscuro

Ciertamente las aerolíneas han sido desaseadas en sus protocolos de prevención contra la Covid-19 entre sus empleados, lo que provocó incontables bajas en su personal en tiempo récord y un caos histórico sobre todo en el aeropuerto internacional de la Ciudad de México.

Pero más allá de las cancelaciones de vuelos, a pie de calle el problema ya llegó hasta los mercados y tianguis, cuyos pequeños comerciantes están enfrentando el aumento en los precios de algunos productos de la canasta básica.

Platiqué esta semana con Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, quien pronostica esta cuesta de enero como una “pendiente empinada” que puede durar al menos tres meses, en los que los precios de los productos seguirán en aumento.

Y para muestra basta un limón, que hasta hace poco se vendía en 18 pesos el kilo y hoy alcanza hasta los 80 pesos. La razón es multifactorial, climática estacional, sanitaria (plagas), inseguridad (el mayor productor de limón es Michoacán), el incremento de la gasolina y el diésel, y todo junto según la apreciación de Cuauhtémoc Rivera nos está llevando a un empobrecimiento alimentario.

“… las personas empiezan a faltar a sus puestos de trabajo y esto ya empezó a afectar las cadenas de producción y suministro…una factura que vamos a pagar en los próximos meses cuando los precios de los alimentos se eleven aún más”, asegura Rivera.

Pero hay quien quiere seguir tratando el virus como una “gripe” que se cura con tecitos y Vick VapoRup, en una mentalidad fósil, tercermundista y criminal, donde “suponer” semejante problema no es resolverlo y ahí están los hospitales que nuevamente comienzan a llenarse.

De acuerdo con el Sistema de Información de la Red IRAG de la Secretaría de Salud, hasta el jueves pasado 115 hospitales en el país reportaban una ocupación en camas generales del 100% y 47 centros de salud ya tenían menos del 40% de disponibilidad, siendo las entidades más estresadas con esta cuarta ola de contagios, Baja California Sur, Chihuahua, Zacatecas, Aguascalientes y Durango.

Usted ¡no se confíe!, hágase la prueba si tiene la menor duda y observe las recomendaciones de quienes saben y manejan la pandemia responsablemente…