Montserrat Salomón

La gran apuesta de Milei

POLITICAL TRIAGE

Montserrat Salomón*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
Montserrat Salomón
*Esta columna expresa el punto de vista de su autor, no necesariamente de La Razón.
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Javier Milei cumple100 días al frente de Argentina envuelto entre críticas y alabanzas. Es común analizar los primeros 100 días de un Gobierno para ver cómo transita un político de su fase de candidato a su rol de gobernante. Para Milei este tránsito no ha sido sencillo puesto que ahora encabeza a la institución que juró desmantelar cuando era candidato: el Estado.

Milei se asume como un ultraderechista libertario y busca privatizar las empresas públicas, eliminar los apoyos sociales gubernamentales (salud, educación, pensiones, etc.), desregular los mercados y dolarizar la economía. Estas propuestas son radicales en la teoría y explosivas en la práctica. La mayor parte de la población argentina depende de los apoyos gubernamentales. Este hecho, por más que pueda originarse en gobiernos populistas que lucraron electoralmente con la pobreza, es una realidad que Milei no debe ignorar. Al recortar estos apoyos y al desregular los precios de bienes básicos ya ha provocado un aumento en la inflación y el desempleo, llevando a los más pobres a una situación desesperada.

Sin embargo, a Milei no le asustan las protestas cada vez más frecuentes ni las críticas de los economistas dentro y fuera de Argentina. Él es un convencido, ¿o fanático?, de que su modelo económico terminará por estabilizarse y favorecer al pueblo. Lo malo es que no parece tener tiempo para demostrar su punto.

Argentina lleva un siglo dando bandazos económicos y sufriendo gobiernos corruptos que han destrozado la industria y creado círculos viciosos de miseria en la mayoría de la población. Desmantelar este sistema e instalar efectivamente otro sería una proeza increíble. Milei ahora que es gobernante, se enfrentará a las presiones resultadistas del funcionario público. Si no da resultados, está fuera. Además, ya sabe que no basta con que lo apoye la mitad de la población, ahora tiene que jugar el juego político con el Poder Legislativo.

Milei cuenta con una base electoral de 30% de los argentinos, en la elección alcanzó 55% en segunda vuelta gracias al apoyo de los votantes de derecha más conservadora que ahora son críticos hacia su gobierno intempestivo. A esto hay que sumarle que no tiene una mayoría clara en el Legislativo y que no podrá hacer ley su propuesta si no hace algo a lo que no nos tiene acostumbrados: negociar y partir de la realidad de la Argentina de hoy.

El gran peligro para Argentina consiste en que este gobierno sea otro bandazo más, abrupto e incompleto. No estoy con Milei en su programa de gobierno, pero creo que algo aún peor que la instauración de sus propuestas es que sólo se logren parcialmente. Que se quede a medio camino la desregulación y la dolarización sólo terminará en un aumento de la inflación.