Obdulio Ávila

La ley chatarra

SURCO

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El diputado al Congreso de la ciudad, por Morena, Miguel Ángel Macedo Escartín presentó una iniciativa que adiciona la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, para atender el problema del sobrepeso y obesidad en los menores de edad.

En congresos estatales se han presentado iniciativas, para prohibir la venta de bebidas azucaradas y alimentos denominados “chatarra”, con el argumento central que los alimentos con alto contenido calórico son perjudiciales para la salud. Un hecho trágico recogido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es que la tercera parte de los menores de edad en México padece sobrepeso.

Hace un mes, el Congreso del estado de Oaxaca fue el primer órgano legislativo en el país en prohibir la venta de ese tipo de bebidas y alimentos de alto contenido calórico —que son aquellos que exceden los límites máximos de azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio añadidos, conforme a la Norma Oficial Mexicana correspondiente—. La norma jurídica aprobada exentó de la prohibición a los padres y tutores legales, por lo que el impedimento es para cualquier tercero que venda, regale, distribuya o promueva productos no saludables a los menores de edad.

El zar sanitario patrio, don Hugo López-Gatell Ramírez, tuiteó el 5 de agosto que celebraba la aprobación de esa iniciativa (la de Oaxaca) porque “defiende el interés superior de la niñez” y por ser “un avance en el cuidado de la salud desde la prevención”. Siempre es plausible que un médico, investigador, profesor universitario y con posgrado en Estados Unidos, que actualmente ejerce como subsecretario en la Secretaría de Salud federal, nos aporte evidencia científica, comprobable de políticas públicas que comparte y promueve.

A partir de ese aval federal a la norma aprobada en Oaxaca, han sido principalmente legisladores de Morena en diversas entidades federativas los que han presentado ese tipo de iniciativas, como ha sido el caso en Colima, Tabasco y Tamaulipas, entre otras.

En la ciudad, el 7 de agosto, la Jefa de Gobierno declaró que “evaluará con los diputados (locales) la posibilidad de restringir la venta de comida chatarra y bebidas azucaradas”. Y que trabajaba en un programa de prevención con el IMSS y el ISSSTE.

En los últimos días, el debate sobre la ley de comida chatarra se ha reactivado. El pequeño comercio ha manifestado que una norma así en la ciudad los quebraría y que 600 mil personas perderían su empleo (alrededor del 7 por ciento de la población total de la ciudad). La doctora Sheinbaum se ha visto constreñida al declarar que busca “orientar” no prohibir.

La propuesta del diputado Macedo no resolvería el grave problema de salud pública descrito, sólo sería una norma chatarra que aumentaría la hipertensión social provocada por la pandemia, agregaría más sobrepeso normativo a la ciudad, produciría fatiga y debilidad a la economía local, y al final sólo quedará un mal humor comunitario.