Trump agradece a la caravana

Trump agradece a la caravana
Por:
  • montserrats-columnista

Inicia la guerra política de las elecciones intermedias en los Estados Unidos. El presidente, como otros, toma estos comicios como una evaluación de su mandato y se ha lanzado al ruedo para pelear por su vida.

Nunca antes se había visto una elección intermedia tan caliente, incluso parece una presidencial: por un lado, Trump vocifera llamando al voto a nombre propio y, por el otro, Obama sale de la oscuridad para arengar a las masas demócratas en contra del republicano. El presidente sabe que se juega la protección que le da el control sobre las cámaras, será una pelea a muerte.

Trump ha dedicado su mandato a prepararse para este momento y para su campaña de reelección, no ha dejado de ser un candidato para ser un funcionario. Así lo demuestran sus discursos, basados en números manipulados y declaraciones grandilocuentes, lejos de la precaución y gris exactitud que suele acompañar los graves anuncios de los presidentes en funciones. Para él, todo es una competencia a ganar y todo se vale en esta guerra política.

La economía, según Trump, nunca ha estado mejor. Su estrategia proteccionista y los recortes a los impuestos han generado una pequeña burbuja de crecimiento que le alcanza para sustentar medianamente sus dichos. Sin embargo, a nivel macro, se está abonando a un retorno cíclico de recesión que definitivamente impactará al bolsillo de los ciudadanos… pero será cuando él no esté en funciones. Trump trabaja para la foto. Como todo un narcisista, busca el aplauso inmediato con resultados aparentes.

Con todo, sus desplantes y escándalos habían inclinado la balanza en escaños clave de esta elección hacia el lado demócrata. Trump es el principal argumento de movilización de sus opositores políticos, no se necesita más que su presencia. Sin embargo, cada vez crecen más las probabilidades de que los republicanos logren conservar la cámara por una circunstancia que les brinda la distracción y reivindicación de las actitudes demenciales de su presidente: la caravana migrante.

Trump basa su éxito en la retórica del miedo. La caravana migrante le ha dado el enemigo perfecto para motivar el voto republicano nuevamente basándose en la necesidad de contar con un hombre fuerte y decidido que no tenga reparos en hacer lo que sea necesario para protegerlos de las amenazas del exterior… aunque esa amenaza sean familias empobrecidas, niños hambrientos y hombres y mujeres agotados.

Cada voto esconde un sentimiento. Una de las emociones más básicas y primitivas en la humanidad es el miedo. Por eso es tan efectiva. Por temor, infundado o no, somos capaces de aceptar atrocidades como una medida extraordinaria. Ojalá me equivoque, pero la caravana migrante acaba de entregarle la elección a Donald Trump.