Futbol femenil vs. embarazo infantil

Futbol femenil vs. embarazo infantil
Por:
  • nemer-naime

“No apruebo la participación de mujeres en los Juegos Olímpicos.

Su papel principal debería ser coronar a los vencedores”.

Pierre de Coubertin, Fundador y Presidente del Comité Olímpico Internacional

Nuestro país, México lindo y querido, es el #1 en embarazo infantil. Y los embarazos no deseados en el grupo de edad 10-14 años va en aumento, con casi 27% de todos los nacimientos. A nivel mundial, tres millones de adolescentes (15-19 años) se practican abortos inseguros o clandestinos para interrumpir un embarazo no deseado, y el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre adolescentes.

La Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) intentó reunir a quién-sabe cuántas instituciones con el propósito de reducir este deshonroso indicador. Pero como es nuestra linda y querida burocracia, todos corrieron a la bola y en su personalismo sólo lograron reducir el espacio de movimiento y opciones de acción colaborativa e integral.

Las estrategias gubernamentales fallaron. Ahora, se necesita quitarles la bola, sacarla de ahí, limpiar la zona, y mandar un cambio de juego que nos haga avanzar de verdad.

Lo primero es que alguien lo grite, que esto se sepa. ¿Quién tiene voz para hablar por las niñas enmudecidas por los abucheos del terror?

Las mujeres deportistas son las voces más viables, visibles y voraces para defender a nuestras niñas de los contextos sociales dentro de los cuales un embarazo infantil no es un horror.

Si nuestras niñas tienen la misma oportunidad que los niños, de practicar deportes, pueden fortalecer su salud física y mental. Estudios recientes concluyen que las niñas que crecen practicando deporte:

-Tienen mejor salud y menos probabilidades de sufrir enfermedades crónicas, a diferencia de las que no.

-Tienen menos probabilidades de estar involucradas en un embarazo no deseado.

-Tienen más probabilidades de obtener mejores calificaciones y de graduarse de la preparatoria.

-Tienen mayores niveles de confianza y autoestima y menores niveles de depresión.

-Tienen una imagen corporal más positiva y experimentan estados más altos de bienestar psicológico.

-Tienen la oportunidad de aprender valores, como trabajar en equipo, establecer objetivos, buscar la excelencia en el rendimiento, y orientar sus logros: todas necesidades críticas para tener éxito en el ámbito laboral competitivo.

En un entorno económico en el que la calidad de vida de futuras generaciones dependerá de familias con dos ingresos, nuestras niñas no pueden estar menos preparadas para lugares de trabajo competitivo que nuestros niños. No es casualidad que el 80 por ciento de las mujeres ejecutivas que rompen estereotipos en compañías de Fortune, 500 se hayan identificado, ellas mismas, como niñas “marimachas”, por patear con fuerza un balón.

En específico, la participación de las pioneras futbolistas de la Liga MX Femenil, como defensoras de los derechos de nuestras niñas, impulsaría doblemente la salud infantil y de la mujer, y desahogaría, en cada grito de gol, los millones de chillidos enmudecidos en vientres infantiles que son, como país, nuestro sector más vulnerable, y para ellas, la mayor parte de su afición.