Abajo el telón

El Teatro Blanquita fue inaugurado en 1960 y en poco tiempo se convirtió en referente de la farándula capitalina. Durante años sus taquillas lucieron abarrotadas por quienes anhelaban ver de cerca a sus ídolos. En este foro desfilaron generaciones de estrellas de la comedia, la música y otros géneros artísticos populares. Figurar en su cartelera era motivo de orgullo y un impulso a la fama. Aplausos, chiflidos y exclamaciones ingeniosas aderezaban la variedad con ese toque de la idiosincrasia chilanga.

En el 2015 el recinto cerró sus puertas. La fórmula de entretenimiento que por décadas fue exitosa perdió eficacia y el respetable dejó de hacer las grandes entradas. El edificio de lo que fue la catedral del teatro de revista pasó a la lista de construcciones abandonadas en la metrópolis. Su futuro es incierto, lo único seguro es la ausencia del emblemático escenario cultural.

[caption id="attachment_1012498" align="alignnone" width="696"] La marquesina extraña los nombres de las luminarias. Una de las más queridas, María Victoria, parece custodiar los recuerdos. Foto: JMM[/caption]