El crimen no está en cuarentena

“La actividad principal de los clanes mafiosos consiste en reposicionarse, ganar apoyos y buscar nuevas formas para dar lustre al dinero que volverá redituables cuando la crisis sanitaria termine. Mientras no llegan las ayudas anunciadas por el gobierno, las mafias se infiltrarán en el tejido social. Abundan ya también los préstamos a empresarios con el agua al cuello que necesitan contante. Ahora todo es con facilidades, cuando la crisis quede atrás, pasarán cuentas. El objetivo del usurero mafioso es arrebatarles esa actividad comercial cuando poco a poco suban los intereses y el empresario no logre pagar, el mafioso la usará para lavar dinero…” 1

El recuento de estas realidades las publicó recientemente Daniel Verdú en el periódico El País, y se refiere a las mafias italianas, pero refleja fidedignamente lo que desde hace años y frente a esta pandemia está sucediendo, el crimen no está en cuarentena.

Las fotografías que empezaron a circular desde hace un par de semanas, en donde se observa la entrega de despensas en algunas entidades del país a plena luz del día y con total libertad por diversos cárteles del crimen organizado, es una muestra de lo que narra Verdú.

Los grupos criminales destacan su “marca” con grandes letras para no dejar lugar a dudas de quién es el benefactor y a quién deben su gratitud.

Mientras millones de familias luchan día con día para enfrentar la terrible pandemia, unas con aislamiento y otras jugándose sus vidas en las calles porque es su única alternativa para sobrevivir o para cumplir con la tarea en giros esenciales para abastecer a la población, la cuarentena nunca llegó para los criminales, el reino de ellos no es el nuestro.

En su reino no hay pausas, ni miedo para avanzar en sus tareas criminales, y ahora ya no acuden a la oscuridad para operar porque su licencia ya es de 24x7.

• El pasado domingo 19 de abril de 2020, fue el día más violento con 105 víctimas de homicidio doloso, la mayoría en el Estado de México de acuerdo al reporte diario del Gobierno federal.

• Según el Índice de Paz México 2019, el impacto económico de la violencia en México ascendió a 5.1 billones de pesos en 2018; con ese dinero alcanzaría para 36 Trenes Maya, o 26 refinerías de Dos Bocas.

Hoy nuestras Fuerzas Armadas están ocupadas en múltiples tareas como la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía; la atención a un buen número de clínicas y hospitales a cargo de pacientes con Covid-19; transporte de combustibles; y todas las innumerables encomiendas que ya son parte de sus tareas y compromisos cotidianos.

Mientras que un número significativo de miembros de la Guardia Nacional cuyo encargo y ocupación más importante es construir muros humanos para impedir el avance y cruce de migrantes en nuestro país, han estado impedidos de cumplir con su propósito superior que es combatir al crimen.

Y si ha ello sumamos la debilidad de gran parte de los cuerpos policíacos de gobiernos municipales y estatales, así como la desaparición de la Policía Federal, el cóctel es perfecto para quienes violan la ley sembrando miedo y terror para millones de mexicanos.

Porque cuando el crimen es el que resuelve los problemas y la seguridad, ellos son el Gobierno.

(1 https://elpais.com/autor/daniel-verdu/)