La renuncia

La renuncia
Por:
  • javier_solorzano_zinser

No va a provocar una crisis en el gobierno la renuncia de Germán Martínez al IMSS. Sin embargo, el Presidente estaría obligado a revisar lo que pasa al interior de su equipo, y la interrelación que se ha establecido entre sus funcionarios.

Es evidente que la Secretaría de Hacienda lleva la voz cantante y va mano. Lo que pasa es que ante las urgencias económicas que se ha planteado el Presidente se ha optado por cerrar la llave a todo lo que se pueda, sin importar los criterios bajo los que se hacen las cosas.

Hacienda no es la mala de la película, lo que hace es cumplir e interpretar las órdenes del Presidente. Como ha sucedido a lo largo de muchos sexenios las finanzas públicas se manejan desde Palacio Nacional, nos referimos a la oficina del Presidente, que no a la de Carlos Urzúa.

Con un mandatario tan fuerte como López Obrador la estrategia no va a cambiar, podrá tener variantes, pero en esencia no va a cambiar los seis años de no ser por los imponderables. Para el Presidente el manejo estricto de las finanzas y el economizar al máximo son una forma de gobierno y una filosofía personal sobre lo que debe ser la economía.

La renuncia de Germán Martínez viene precedida de una mala relación con Hacienda, lo cual fue reconocido ayer por el propio Presidente. Se especula, insistimos especula, que los números sobre empleo y el tipo de empleo que tiene la Presidencia y el IMSS no cuadran.

También existe un factor que tiene que ver con que para algunos en Morena y cercanos al Presidente, Germán Martínez llegó tarde al proyecto y ya en los tiempos en que las cosas empezaban a decidirse.

El michoacano había sido parte central de la candidatura de Felipe Calderón, eran amigos de muchos años, y en la campaña a la Presidencia del 2006 había arremetido con todo tipo de señalamientos y adjetivos en contra de quien no ganó, pero ganó las elecciones, el hoy Presidente.

La relación entre Germán Martínez y Felipe Calderón era buena en todos los sentidos. Cuando el entonces Presidente puso a “su amigo” en la dirigencia del PAN lo primero que éste hizo fue ir a Los Pinos para ofrecerle el partido al mandatario como en los viejos tiempos, aquellos que tanto criticó y señaló el PAN durante décadas.

Germán Martínez era visto como un político con experiencia que ya era parte del proyecto, había tenido el visto bueno de quien decide; sin embargo, para muchos de adentro no era considerado como “uno de ellos”.

La renuncia puede ser vista de muchas maneras. Martínez se la pasaba en el cerca-lejos. En su muy leíble carta de renuncia hace referencia a una serie de serios problemas al interior del IMSS, a los cuales desde Hacienda no se le presta atención.

Para una dependencia como el instituto, el trato cotidiano con Hacienda es necesario e indispensable. Desde el 2 de mayo, fecha en que cancelaron una cita previamente establecida, no había contacto alguno entre los encargados de las dos dependencias, a decir de Martínez.

El ahora exdirector tiene fama de ser estricto, serio y competente. No se entendió con Hacienda, lo cual en la presente administración no está fácil. Es probable que se haya percatado con los lances que había vivido estos meses que para lo que él quería no había futuro.

El Presidente ya echó a andar la operación remedio y trapito. Lo que no debe pasar por alto es el problema que están cargando las dependencias con el dinero. No se trata de abrir la chequera, venimos huyendo de esto, pero sí atender las exigencias que permite el funcionamiento de la burocracia.

No hay crisis, pero sonó la campana.

RESQUICIOS.

Ayer se celebró la 2ª. Conferencia Internacional Seguridad Ciudadana. Vía Civil, con la valiosa organización de Ernesto López Portillo. En el panel “Intervención militar en la Seguridad Pública. Evolución histórica” quedó de manifiesto que la Guardia Nacional, como quedó ayer, sigue provocando preguntas, pero también se reconoció avance.