La violencia, nuestro virus más contagioso

La violencia, nuestro virus más contagioso
Por:
  • monica-garza

Esta semana tuve la oportunidad de conversar largo y tendido con la activista y conferencista chilena Vinka Jackson, experta en el tema de abuso sexual intrafamiliar y autora de uno de los libros más duros que he leído en toda mi vida: Agua fresca en los espejos, que no es más que su propio testimonio.

Vinka me enseñó que la palabra mágica en medio de los entornos de violencia extrema es: Interceder. Una palabra fácil de pronunciar, pero quién sabe por qué se vuelve tan complicada al momento de convertirla en acción sin titubeos.

Desafortunadamente México es un país al que frente a la violencia le cuesta mucho trabajo interceder, fuera de discursos huecos, tantas veces pronunciados en terrenos estériles y con actores mediocres cuyas acciones sólo empeoran los fenómenos.

Para muestra sólo bastan los casi dos meses de emergencia sanitaria en los que nuestro país, en medio del confinamiento, sólo ha visto aumentar los índices de violencia fuera y dentro de casa.

Como si no hubiera ley. Porque eso parece que pasa cuando nadie es capaz de interceder en tiempo y forma. Ahí están los números, ahí están los muertos y las muertas… Y las muertas en vida dentro de su propia casa.

En estos tiempos inéditos del Covid-19, hasta El Salvador, que es uno de los países más violentos del continente americano, ha visto disminuidos sus índices de criminalidad. Allá los homicidios han disminuido 50% con respecto a lo contabilizado en febrero pasado.

Algo similar ocurre en Colombia, donde el fin de semana festivo del 21 al 23 de marzo se registraron 100 homicidios menos que en las mismas fechas en 2019.

[caption id="attachment_1153512" align="alignnone" width="696"] Mujeres protestan en Chimalhuacán, Estado de México, por el feminicidio sin resolver de Diana Álvarez, el pasado 12 de marzo. Foto: Cuartoscuro[/caption]

En Argentina, las autoridades de Buenos Aires reportan una disminución de casi 90% en asaltos a peatones desde que iniciaron las medidas de aislamiento el pasado 20 de marzo.

Pero en México por el contrario, los homicidios se han incrementado en todo el país y cerramos abril con los dos días más violentos del 2020, con estrellita roja para Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Sonora y Estado de México, que merece mención aparte, porque allá los feminicidios se han incrementado 45% y las denuncias por violencia familiar crecieron 78%, de acuerdo a la Fiscalía Central para la Atención de Delitos Vinculados a Violencia de Género.

En la Ciudad de México —donde más muertes se registran por Covid-19— también la violencia cobra vidas de forma acelerada en medio del confinamiento.

El Observatorio Nacional Ciudadano reporta que más de 332 personas fueron asesinadas durante el primer trimestre del año. Una muerte violenta cada 6 horas, 4 homicidios por día.

42 de estas víctimas fueron mujeres, aunque sólo el 33% de estos casos se investigan como feminicidio, siendo Tláhuac la alcaldía más letal seguida de Cuauhtémoc.

La propia Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México reconoce un promedio de 115 mujeres violentadas cada 24 horas y sólo de enero a marzo 23 mil fueron víctimas de algún delito de género.

El sistema de emergencia 911, revela que con la entrada en vigor de la Jornada Nacional de Sana Distancia se han recibido 26 mil 171 llamadas relacionadas con violencia de género, que es el número más alto desde que este mecanismo de denuncia inició su operación en 2016.

De estas llamadas 9 de cada 10 son de mujeres y 1 de cada 4 es de un testigo que realiza la queja en nombre de una mujer violentada. El 66% de las denuncias son por violencia física y el 22% por violencia psicoemocional.

La Secretaría de Gobernación ha dado constancia de que la violencia contra mujeres y menores de edad al interior de los hogares, se disparó 120% desde que se dio la declaratoria de emergencia.

No olvidemos que 8 de cada diez casos de abuso sexual contra niños, niñas y adolescentes ocurren en su hogar y son padre, tío o padrastro los mayores perpetradores, según el Semáforo Delictivo.

Las proyecciones rumbo al fin de la pandemia nos dicen que posiblemente lograremos superar el virus en el segundo semestre de este año, pero para entonces ¿cuántas tragedias habrán sucedido en el encierro?, Ahí donde muchos callan, disimulan, se avergüenzan, en silencios y complicidades asesinas que nublan la mirada de por sí miope de autoridades a las que tanto trabajo les cuesta interceder de manera contundente.

Entonces seguiremos contando los muertos y muertas. Nomás los muertos en vida no, porque esos nadie los cuenta…