¿Aún existen los cristianos?

¿Aún existen los cristianos?
Por:
  • montserrats-columnista

Una de las revistas más emblemáticas de los cristianos evangélicos en EU es Christianity Today. Esta revista ha sido consistente en su exigencia moral a los líderes políticos. A Bill Clinton no le perdonó su comportamiento cuando fue sometido a juicio político y nunca se conformó con su absolución, por más que tuviese buenos resultados políticos. Lo consideraba indigno de ser la primera figura del país. Haciendo gala de valor y congruencia, publicaron una editorial devastadora para Trump, que ha sacado chispas en la Casa Blanca y que debería llamar a la reflexión a sus lectores.

La revista sigue los códigos éticos básicos del cristianismo. Un líder tiene que ser una persona íntegra. No podemos anteponer los resultados pragmáticos a las formas de acción de la persona. En pocas palabas, el fin no justifica los medios.

Donald Trump llegó a la presidencia contando con la abrumadora mayoría de la comunidad evangélica, numerosa en EU. También gran parte de otras religiones con base cristiana lo apoyaron. Esta base generalmente conservadora votó por él, pasando por alto sus escándalos y su dudoso carácter moral, con la esperanza de que pusiera un freno a temas como el aborto o el matrimonio homosexual. Sin embargo, estos temas han palidecido ante la burla que ha hecho el presidente no sólo de los valores familiares sino de las leyes mismas.

Pisoteando no sólo la ley, sino la moral, Trump ha desdeñado los derechos humanos de los migrantes —en especial de los niños que todavía no logran reencontrarse con sus padres, luego de que ilegal e inhumanamente fueran arrebatados de sus brazos en la frontera—, ha promovido la discriminación y el discurso de odio hacia los latinos y negros, ha apoyado a agrupaciones violentas y extremas que han realizado ataques terroristas (pero, como son blancos, le llamaremos “desequilibrio mental de un individuo aislado”), se ha pavoneado del maltrato a la mujer y de bajezas grotescas en su contra, ha abandonado a los más necesitados que huyen de las catástrofes climáticas como en Puerto Rico y Haití, ha chantajeado empresas y países, ha abusado de su poder y es incapaz de hacer un simple acto que es la piedra angular del cristianismo: pedir perdón.

Esto no es un líder. Éste no es un cristiano, aunque firme Biblias sintiéndose estrella de televisión. La ética cristiana es clara: el fin no justifica los medios. Christianity Today tiene razón en su editorial y en llamar a la reflexión. Trump, al atacar la publicación argumentando sus logros y su popularidad ignorando las críticas morales a sus actos, le da la razón al mostrar su incapacidad para la autocrítica, la mesura y el atenerse al dictamen de la ley.

Nadie está por encima de la ley, ya sea la humana o la de Dios.