Sacret

Sacret
Por:
  • nemer-naime

La política solía entender que es instinto humano oprimir a otro ser para sentir relevancia personal ante la enormidad e indiferencia cósmica.

Entendía aussi que no somos libres, que física y mentalmente estamos limitados a un espacio-tiempo, y que expresamos nuestra existencia en tan pequeños y aparentemente insignificantes hábitos y gestos cotidianos que solo se pueden reconocer en su cumulativo.

Llámale nacionalismo, imperialismo, guerra. Llámale racismo. Llámale individualismo. Llámale capitalismo, democracia, sexismo. Llámale opresión. Llámale ego, burka o medallón. Llámale cambio climático, método científico o acordeón. Llámale religión Llámale socialismo, populismo, revolución. Llámale ideología.

En la calle actuamos para sentirnos superiores a otros con justificaciones razonables, pero hipócritas y cegadas. Rechazamos la compañía de una persona solo porque su apariencia es “inferior” a la nuestra, y callamos ante el abuso de alguien aparentemente “superior”.

Sí, es simple. Y mundano. Y nada extravagante y revelador. En realidad, es una escena en todos los espacios y todos los tiempos, en Siberia, Roma, Egipto, Tenochtitlan, Vaticano, India, Sudán, Oaxaca, Matamoros, y en la colonia Centro a las siete de la tarde dentro de la cocina azulejeada olor pinol de la casa 513 sobre Avenida Independencia. Allí, en esos lugares, la “servidumbre” tiene diferentes platos, porciones, vestimentas, presentaciones culinarias, comodidades, y solo un tenedor. Esto no es un tweet de Trump, ni la consulta popular. Esto es gente durmiendo bajo mismos techos, gozando del mismo clima, divididos en hábitos y recuerdos solo porque uno es más que otro en algún factor. Es vergonzoso. Pero también es naturalmente humano, no, la discriminación vertical, el yo>tu>nosotros>ellos.

¿Cómo aprovechar este nocivo mecanismo humano –ese inherente bullying cultivado en hábitos individuales, arado con indiferencia cósmica, que brota frutos digeribles en tradiciones>estructuras>instituciones>ideologías para la sociedad?

Por medio de la política, que aspira al arte de moldear la conducta/cultura humana. Pero pas plus.

La política today lidia con un sistema tan atrabancado, parchado, complejo y atormentado por la “historia” que cualquier nueva idea, artículo, opinión, investigación, propuesta queda descontextualizada y descalificada porque no tiene “fundamentos” alineados con la idea contemporánea de “progreso” humano. Cuando el progreso humano solo ha servido para esconder las chingaderitas hipócritas del día.

Ejemplos. Boca vs River. Hutus vs Tutsis. Judíos vs Egipcios. Otro. El vicio. En nuestras vidas se han extinguido más especies animales y vegetales que en toda la era jurásica.

Sin embargo, la planta de tabaco y azúcar, que ya solo existen para generar un producto que daña a humanos, sigue floreciendo al calor del sol aun cuando son las principales causas de muertes evitables nel mondo. ¿Por qué no hemos extinguido esa planta, ese vicio, esa industria? Otro. El auto. Esa cosa, y todas sus externalidades y consecuencias, contamina, destruye, arrasa, afecta y hasta mata a todos los seres vivos en su paso. ¿Por qué no los prohibimos de la faz de la tierra si ya tenemos interfaz? ¿Para generar 100 millones de “empleados/sirvientes” a costa muertes de infantes y jóvenes?

¿Son estas evidencias del estancamiento de la política o de los límites de nuestra imaginación?