Tensiones en el Golfo

Tensiones en el Golfo
Por:
  • gabriel-morales

Las tensiones entre Irán y Estados Unidos llegaron a un punto peligroso la semana pasada. Todo parece indicar, a pesar de que circulan varias teorías de la conspiración, que Irán (o fuerzas cercanas al régimen) está detrás del ataque a dos buques comerciales en el estrecho de Ormuz.

El estrecho, localizado en la intersección entre Irán, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita es quizás la ruta de transporte de petróleo más importante en el mundo. La magnitud del ataque, suficiente para causar la atención internacional, pero sin infligir daños que pudieran ocasionar una respuesta militar, indica que las intenciones de Irán no son bélicas sino diplomáticas.

Teherán sabe que un enfrentamiento militar con Washington implicaría el fin del régimen de los ayatolas. Sin embargo, desde que Trump decidiera retirarse del acuerdo nuclear y restaurar sanciones en contra de Irán, el régimen se encuentra bajo enorme presión.

La economía iraní ha resentido fuertemente las sanciones estadounidenses y, recientemente, el gobierno de Trump comenzó a castigar a empresas europeas que hacen negocios con Irán, cortando así el último cordón de vida de la economía iraní.

Además del ataque a los buques, el régimen iraní anunció la intención de restaurar su programa nuclear. El objetivo de esta doble estrategia es claro: presionar a los demás firmantes del tratado (China, Rusia y las potencias europeas) para forzar a Washington a ceder y suspender las sanciones.

Aunque los demás firmantes saben que Irán está detrás de estos ataques, adjudican la culpa al presidente Trump, quien sin ningún plan alternativo decidió salirse de un tratado que el régimen iraní había respetado al pie de la letra.

Si bien es cierto que Irán ha continuado con su campaña de expansión en el Medio Oriente, particularmente en Siria, Líbano y Yemen, donde se ha involucrado en las guerras civiles de estos países, también es cierto que el tratado nuclear ha conseguido su verdadero objetivo: detener el programa nuclear iraní.

Con Estados Unidos fuera del tratado el riesgo es doble. En primer lugar, si el régimen ve amenazada su permanencia es posible que Irán retome su programa nuclear, causando una carrera nuclear en el Medio Oriente y aumentando las posibilidades de una guerra nuclear en al área.

En segundo lugar, a pesar de que es poco probable que Irán busque un choque militar directo, el régimen está fragmentado entre varias facciones, algunas de las cuales buscan un enfrentamiento. Además, la posibilidad de un error que pueda desencadenar una guerra es alta, en especial cuando del otro lado del mundo hay un presidente iracundo e inestable rodeado de varios personajes en cuya agenda está la destrucción del régimen iraní.