Mujer de 101 años sobrevive a gripe de 1918, cáncer y COVID-19

Mujer de 101 años sobrevive a gripe de 1918, cáncer y COVID-19
Por:
  • larazon

Angelina Friedman es una mujer de 101 años con un “ADN superhumano” que la ha hecho capaz de sobrevivir a dos pandemias: a la de la gripe española en 1918 y a la de COVID-19 en 2020, y al cáncer.

La historia de esta mujer comienza en 1918. Ella es hija de inmigrantes italianos y nació a bordo de un barco con destino a Estados Unidos en 1918, mientras la gripe española estaba en su apogeo, sin embargo, siendo una pequeña bebé recién nacida logró salir librada del virus, señaló un medio local de Nueva York.

Joanne Merola, hija de Angelina, contó que la madre de la mujer de 101 años murió en el parto, así que dos de sus hermanas ayudaron a criarla hasta que su padre las llevó a vivir a Brooklyn con su familia en donde eran 11 hermanos, Angelina es la única que sobrevive de aquella numerosa familia.

"Mi madre es una sobreviviente. Sobrevivió a abortos espontáneos, hemorragias internas y cáncer". Señaló Merola

Angelina se casó con un hombre llamado Harold Friedman, a ambos les dio cáncer, ella sobrevivió, pero su esposo no tuvo la misma suerte.

“Ella y mi papá tenían cáncer al mismo tiempo. Ella sobrevivió. No lo hizo. Ella no es humana, tiene ADN superhumano”, dijo Merola en una entrevista que dio por teléfono desde su casa en Lake Mohegan, ubicada en el condado de Westchester.

La mujer Angelina Friedman, residente del Centro de Terapia Restaurativa y Enfermería de North Westchester, fue llevada al hospital el 21 de marzo para un procedimiento médico menor y le realizaron la prueba de COVID-19 a la cual dio positivo.

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Friedman pasó una semana en el hospital y luego regresó al hogar de ancianos y se aisló en su habitación.

Después de padecer de fiebre durante varias semanas, la anciana finalmente dio negativo para coronavirus el 20 de abril.

Su hija recibió una llamada telefónica nocturna de enfermeras. Dijeron que estaba muy bien, que estaba comiendo de nuevo y buscando hilo para tejer.

Merola se lastimó la espalda y no ha podido visitar a su madre desde febrero, ni tampoco ha podido llamarla porque la mujer de 101 años de edad es sorda.

KR