Más impuestos, ¿la solución o el quebranto?

Más impuestos, ¿la solución o el quebranto?
Por:
  • gerardo_garcia

¿Qué tanto es tantito?

Qué puede significar, dicen, un puntito porcentual más que se paguen de impuestos. Qué son diez, veinte dólares más para una industria exitosa.

Pues lo son y mucho.

Es una realidad que la cobija no alcanza para tapar la cama. Eso, cierto. El asunto es que antes que buscar crecerla remendándole nuevos trapos, podría replantearse si no es hora mejor de buscar el cambio de la misma.Quintana Roo es un estado pequeño en número de habitantes. Hay más en alguna delegación de la Ciudad de México. Sin embargo, gracias a los destinos turísticos que ahí se encuentran, aporta algo así como el 4.25 por ciento del Producto Interno Bruto del país.

Poco más de la mitad del PIB turístico que es el 8.5 por ciento del PIB. Lo que suceda ahí, en efecto, termina impactando al resto del país, principalmente en materia de la industria turística.

El Ejecutivo del Estado envió al Poder Legislativo una propuesta para aumentar de 3% a 4% el Impuesto al Hospedaje Hotelero. La diputada del Partido Acción Nacional (PAN), Mayuli Martínez Simón, informó que la iniciativa prevé que estos recursos adicionales se emplearán exclusivamente para seguridad pública.

“Este ajuste, en caso de aprobarse, estaría yendo exclusivamente a seguridad pública”, dijo. “Es de destacar que ya viene etiquetado el impuesto, en este caso, para seguridad pública que es un rubro bastante delicado”, agregó. Especificó que el 3% restante continuaría siendo usado en materia turística y promociones. Hasta ahí la noticia.

El incremento de un punto porcentual, respaldado también por el gobierno del estado, serviría, pues, para temas de seguridad. Uno de los temas más delicados en la actualidad en esa entidad, que ha vivido en este año un incremento de la violencia que, además de la afectación a los ciudadanos, significa un grave riesgo para el Turismo. Cierto es que este incremento no ha sido respaldado por el gremio hotelero. El rechazo al mismo ha sido público y la razón va en el sentido que no puede cargársele toda la responsabilidad a un sector de la economía que, además, tributa otros impuestos en México.

Es cierto que se requiere una fuerte inversión en la seguridad. Es verdad que el presupuesto de Quintana Roo, como el de otras entidades, no es suficiente para afrontarlo; igual es cierto que el reparto del presupuesto federal es sumamente injusto con las entidades que, en el caso de las más fuertes en la industria turística como lo son esta y Baja California Sur aportan juntas casi dos terceras partes del Producto Interno Bruto Turístico. Que no reciben en el reparto presupuestal lo que requieren para seguir creciendo y aportándole más ingresos al país.

Es cierto también que en el caso de Quintana Roo el incremento al impuesto al hospedaje y las aportaciones del pago a Zofemat que irían al fideicomiso de recuperación de playas acabaron perdidas en una maraña de corrupción e ineficacia que tienen bajo investigación a integrantes del gobierno que encabezó Roberto Borge, preso hoy en Panamá. Pero de igual manera es una realidad que tratar de solucionarlo a través de un incremento de impuestos no necesariamente es la mejor solución. No se trata de que no se transparente; es buena la propuesta de que participen en los fideicomisos integrantes de la sociedad civil para evitar que este recurso no se utilice para lo que estaría etiquetado. El asunto es que todo incremento impositivo impactará a la tarifa hotelera y eso, en un mercado tan competido como lo es el del Caribe, puede ser negativo.