Oaxaca reestructura; grillos enchilados
Luego de dos sexenios de crecimiento exponencial de la deuda pública, el gobierno de Alejandro Murat metió freno mediante una reestructura a 20 y 25 años de plazo por 12 mil millones de pesos a fin de abrir espacio presupuestal a la obra pública en Oaxaca que, durante los mandatos de Ulises Ruiz y Gabino Cué, fue tan mínima que ya ni quien se acuerde -o casi nadie- del legado en infraestructura… a no ser de un elegante hospital privado en la Ciudad de México.
El acuerdo del gobierno de Murat fue con Banobras que dirige Alfredo Vara por 9 mil millones de pesos, en tanto que otro tramo de 3 mil millones fue reestructurado con Santander, que dirige Marco Martínez. El arreglo incluye cambiar a pesos 400 millones que estaban documentados en Unidades de Inversión; ello, con una menor tasa de interés promedio (TIEE, más 0.46 puntos) y mayor plazo, generará los primeros espacios presupuestales que ha tenido la entidad para inversión en mejora de hospitales, escuelas, mercados y caminos. Y un repaso histórico de la deuda oaxaqueña evoca una suerte de botana cantinera: muchos grillos molidos y enchilados. El gobierno de Diódoro Carrasco empezó con los empréstitos y elevó la deuda a 800 millones de pesos. José Murat, en contrario, la redujo a 500 millones de pesos. Pero con Ulises Ruiz la elevó a 10 mil millones de pesos, aunque, eso sí, es conocido el hospital privado Sedna en la Ciudad de México, cuya propiedad se le atribuye a través de testaferros, con una inversión estimada en 7 mil millones de pesos. En tanto que Cué la triplicó hasta los 30 mil millones de pesos. El circulo vicioso se hizo habitual: presupuesto para pagar intereses y gasto corriente, mínima -o simulada- obra pública estatal y creciente deterioro de las condiciones de inversión y por tanto menor calidad de vida de los oaxaqueños. Pero ese círculo ya se empezó a deshacer bajo el nuevo gobierno.
Publicidad UAEH no la tiene ni la UNAM. Ahora que anda de moda lo del recorte a universidades públicas, cabe recordar que los gastos de publicidad oficial de la Universidad del Estado de Hidalgo, que lidera Gerardo Sosa, sumó 65 millones de pesos en sólo dos años, un incremento de 400% en sólo 2016, un nivel de gasto que no tiene la UNAM que lleva Enrique Graue pues sólo habrá gastado 22 millones de pesos en difusión anualmente. Lo más curioso es que la UAEH concentró más de una tercera parte de esos recursos en el Diario El Independiente de Hidalgo que recibió 24.3 millones de pesos sin licitación. Qué bonito es lo bonito.
Cerrar brechas. Y en más temas educativos, al inicio del Primer Foro de Excelencia Educativa México, el cofundador de British English Olympics World, Jorge Rojas, sonó fuerte al insistir en la importancia de reducir la brecha de calidad entre la educación pública y la privada contando con el apoyo de los docentes. Por ello destacó la alianza de BEOW con Plantel Azteca, impulsados por Ricardo Salinas, para germinar alumnos de excelencia, así como el trabajo inclusivo del Instituto Moderno Americano. La tarea es ardua, más vale apurarla.